Jornada 16 con sabor a final para el Balonmano Zamora Enamora y el Club Balonmano Soria. El club local se jugaba el descenso frente al conjunto sorianos que buscaba esta noche en el Ángel Nieto continuar su camino hacia la División de Honor Oro. Los zamoranos llegaban al partido con la aspiración a hacerse con la quinta plaza que le otorgaría la permanencia matemática en la División de Honor Plata. Un reto al que se supo imponer desde el minuto uno firmando su mejor encuentro en lo que va de temporada y con la única mala noticia de la lesión de Augusto Moreno casi sobre la bocina que marcaba el final del encuentro y la ansiada victoria de un Zamora Enamora que se impuso por 35 a 27.
El leonés Pablo Cubillas puso el primer gol para los zamoranos en el minuto dos en un marcador que estrenó el Club Balonmano Soria. Un tanto al que siguió rápidamente una gran parada y rebote por parte de Fer que levantó a la gradería del Ángel Nieto. Fue el inicio de un despegue que llevó al club local a ponerse por delante en el electrónico con una diferencia por la mínima pero que levantaba la moral de los jugadores pistachos.
El club zamorano supo imponerse con un gran contraataque en los últimos minutos del primer cuarto que los impulsaba en el marcador que finalizó el primer cuarto a favor de los locales por 12 a 8 en un encuentro marcado por la emoción.
El equipo soriano reaccionó con un primer tanto que fue inmediatamente contestado por el club zamorano que continuaba aupado por una presencia más que notable de los aficionados del club. El guardameta soriano Javier Castilla trataba de parar a la flecha de Guille García que avanzaba casi imparable como auténtica muestra del ansia de victoria de su club. El Zamora Enamora lograba ampliar distancias a lo largo del segundo cuarto calmando así los nervios y aupando aún más a una afición entregada con su club y que se fue el descanso con un 18-14.
El ritmo vertiginoso continuaba en el tercer cuarto que continuaba con un Zamora Enamora lanzado y que seguía ampliando la diferencia en los primeros tres minutos en los que encajaba tres tantos. Los pistachos continuaban con paso firme y la seguridad que impone una distancia de diez goles y que obligaba al club soriano a pedir un último tiempo para tratar de poner freno a la sangría zamorana que ponía en riesgo su ascenso.
