El BM Zamora cuenta de nuevo con uno de sus nombres más icónicos en el 40x20. Jortos, histórico lateral del club, ha vuelto a las pistas con la misma ilusión de siempre y el firme objetivo de ayudar a un equipo joven a alcanzar su máximo potencial en una categoría tan exigente como la Primera Nacional.
"Tenía muchas ganas de estar aquí y ayudar al equipo", reconocía el jugador en sus primeras impresiones tras regresar. A sus 40 años, Jortos es consciente de que el reto no es sencillo, pero asegura sentirse físicamente bien tras someterse a una suerte de "gran pretemporada" individual para ponerse al nivel de sus compañeros.
La veteranía y experiencia del zamorano contrastan con la juventud del equipo, una plantilla que, según el propio Jortos, destaca por su intensidad y ganas de crecer, pero que aún necesita trabajar en la regularidad y los automatismos propios de una categoría tan peculiar. "Primera Nacional es una categoría especial. Hay que adaptarse a arbitrajes, desplazamientos y ciertas peculiaridades de los campos", explicaba, subrayando que esa adaptación es clave para competir en igualdad de condiciones con otros equipos más consolidados.
A pesar de las dificultades, Jortos valora positivamente la trayectoria del equipo, que ha sabido sobreponerse a los altibajos típicos de una plantilla en formación. "Todo el mundo firmaba por estar con los puntos que tenemos ahora, perdiendo solo en los dos campos más difíciles de la categoría", destacó. El lateral asegura que el BM Zamora depende de sí mismo para luchar por entrar en la fase de ascenso, aunque no se pueden permitir bajar la guardia.
En su regreso, Jortos no solo aporta calidad y experiencia en el juego, sino que también se erige como un líder dentro del vestuario. Sin embargo, rehúye del rol de figura autoritaria, prefiriendo aprender de las nuevas generaciones mientras las ayuda a crecer. "No me gusta dar órdenes. También estoy aprendiendo de ellos, viendo cómo vienen las nuevas generaciones y disfrutando de poder estar aún participando".
El BM Zamora afronta un curso ilusionante y desafiante, y con un referente como Jortos liderando la nave, el equipo tiene razones para confiar en sus posibilidades. "Hay que seguir trabajando en la regularidad, en el físico y en los automatismos. A partir de ahí, a por la fase como sea", concluyó el zamorano, demostrando que, pese a los años, su ambición y amor por el balonmano siguen intactos.