El BM Zamora logró una victoria muy necesaria ante un rival que llegaba al Ángel Nieto con 11 partidos consecutivos sin conocer la derrota. El equipo dirigido por Félix Mojón demostró una gran fortaleza defensiva y un excelente trabajo táctico que terminó por desarmar a un conjunto acostumbrado a imponer su físico y su ritmo.
El encuentro, señalado en el calendario como crucial por el cuerpo técnico, no defraudó en intensidad. "Era un partido que marcaba mucho, si ganábamos nos quedábamos tranquilos", reconoció Mojón. Durante la semana previa, el ambiente en el vestuario estuvo cargado de tensión positiva, con los jugadores mostrando ganas de competir. Ese esfuerzo quedó reflejado en una primera parte impecable en la que el rival solo pudo anotar 10 goles, un registro inusualmente bajo para un equipo de su calibre.
El trabajo defensivo fue, sin duda, la clave del triunfo. "Defendimos a Pablo muy bien y también su cruce largo. Esa fue la base de todo", analizó Mojón, visiblemente satisfecho con la concentración y el ritmo de juego mostrados por sus jugadores. Pau y Gabri asumieron el liderazgo en el esquema zamorano, liderando al equipo en momentos cruciales.
A pesar de algunos errores puntuales, como un penalti fallado o ciertos atascos en ataque, el entrenador no ocultó su satisfacción: "La defensa ha sido genial. Hemos pasado muchas horas de vídeo y el equipo ha leído perfectamente lo que tenía delante".
El único lunar de la actuación fue en los dos últimos minutos del encuentro, donde una serie de imprecisiones empañó ligeramente la sensación final. "Es una pena porque nos hemos liado un poco, pero en general ha sido un partido muy serio. Estoy muy, muy contento", concluyó Mojón.
