El entrenador del equipo ha subrayado la importancia de estar preparados para cualquier sorpresa que los rivales puedan plantear en la competición. “En esta categoría, cualquiera puede sorprendernos. Debemos estar al top”, comentó, refiriéndose a la naturaleza impredecible de los equipos rivales. Aunque confía en la preparación de su equipo, reconoce que "en un mal día, todo puede cambiar", y enfatiza la necesidad de mantener la concentración en cada partido.
Uno de los puntos críticos que abordó fue el próximo enfrentamiento contra el Vetusta, un equipo caracterizado por su solidez defensiva y su capacidad de romper el juego del adversario. "Vetusta tiene una buena primera línea, un buen pivote, y si logran separarnos, nos pueden causar problemas", explicó el entrenador, mostrando su preocupación por la necesidad de que su equipo mantenga una defensa compacta y colabore en todas las facetas del juego.
Otro tema clave fue la adaptación a la defensa 5-1, una estrategia que en la jornada anterior sorprendió al equipo. "Es una defensa profunda que dificulta la circulación del balón", admitió el técnico, quien resaltó que su equipo debe ser capaz de adaptarse a este tipo de situaciones inesperadas para no sufrir contratiempos.
La cuestión del juego fuera de casa también fue abordada, con el entrenador reconociendo que jugar en campo ajeno siempre implica un factor extra de dificultad. "Cuando juegas fuera, y especialmente en una categoría que la mayoría desconocemos, siempre tienes una incógnita que te preocupa", afirmó, aunque aclaró que su equipo está mentalmente preparado para enfrentar ese reto.
A pesar de los desafíos, el técnico se mostró confiado en el trabajo físico y mental de sus jugadores, destacando la fortaleza demostrada en el último partido, donde supieron sobreponerse a un inicio complicado. "El equipo va a ser fuerte mentalmente", dijo, satisfecho con la reacción de sus jugadores ante una defensa inesperada y un rival que les complicó en los primeros minutos.
Finalmente, el entrenador dejó claro que la ambición de su equipo no tiene límites, insistiendo en que deben mantener la intensidad durante los 60 minutos de cada encuentro. "No podemos relajarnos. Respetar al rival es ganarle los 60 minutos, no 50", declaró con firmeza, enviando un mensaje claro al resto de equipos de la competición: este equipo no se despista, y están dispuestos a demostrar su superioridad en cada minuto de juego.