El cuadro pistacho se fue al descanso con ocho goles de ventaja que desaprovechó en el segundo tiempo y llegó a los últimos minutos sólo uno arriba. El final del encuentro volvió a dejar grandes momentos de los zamoranos para llevarse un triunfo que fue menos cómodo de lo que dicta el electrónico (34-28).
Debutaba el Rutas del Vino en casa un mes después de lo esperado debido a los dos compromisos ligueros que se suspendieron por la situación sanitaria en los equipos contrarios. Debutaba ante su público y lo hacía ya con un aforo muy limitado que dejó a varios socios fuera del partido y que hizo que el Rutas del Vino colgara el no hay billetes con 174 localidades vendidas.
Y comenzó en casa con uno de los de siempre como protagonista, con Guille autor de los dos primeros tantos de los zamoranos que estaban llevando al límite a los ataques locales pero que no acababan de encontrar el premio porque al final siempre aparecía el gol del cuadro madrileño.
Cuando parecía que los zamoranos iban a lograr las primeras ventajas, después de un intercambio de goles en el que los zamoranos encontraban más fácilmente el camino a la portería y el equipo visitante tenía que llegar siempre hasta la advertencia de pasivo para marcar, llegó una exclusión para Toni Sánchez que permitió seguir igualando el partido a los visitantes que, además, anotaban con cierta suficiencia desde los siete metros.
Nacho López y Nico Samudio tomaron el relevo de Guille para ir abriendo diferencias y la retaguardia zamorana cerraba filas sobre la portería de Mendieta para poder correr, momento en el que aparecieron Cubillas y Horcajada para tomar las primeras ventajas. Pese a que el entrenador visitante trató de parar el partido, la defensa zamorana empezó a cosechar los frutos del buen trabajo hecho desde el inicio y siguió escapándose sin que el Ikasa pudiera frenar a los zamoranos que cosechaban una renta muy interesante de cara al segundo tiempo (20-12).
Los primeros minutos de la reanudación fueron de poco acierto para ambos conjuntos pero fueron los madrileños los que entraron mejor en el encuentro y poco a poco consiguieron enjugar la renta zamorana. El Rutas del Vino se encontró con un panorama en el que no podía correr y en el que algunas pérdidas metían en el encuentro a los rivales. Un parcial de 4-8 para el Ikasa hacía que el equipo zamorano encarara la segunda mitad del segundo periodo con una ventaja todavía de cuatro tantos pero con una dinámica negativa, bastante negados en ataque con “sólo” cuatro goles en 14 minutos.
El Rutas del Vino parecía noqueado y encajó otros dos tantos consecutivos sin poder marcar, recibiendo por el camino la exclusión de Fer. Un tanto de Sarasola dio algo de aire a los zamoranos (25-22) que no daban con la tecla en el segundo tiempo. Una buena defensa del equipo de Margareto y un contraataque de Jaime González espolearon a la grada pero fue un espejismo porque los madrileños respondieron con tres tantos fáciles que dejaron el encuentro muy igualado (26-25) y obligaron al entrenador zamoranos a pedir su segundo tiempo muerto del segundo tiempo.
La defensa individual a Aravena se le atragantaba a los zamoranos pero Cubillas, tras un buen pase de Sarasola, ponía de nuevo la ventaja de dos tantos. Anotó de nuevo el equipo madrileño y tras una pérdida de los zamoranos, Ikasa tenía la bola para lograr la igualada con 8 minutos por jugarse. Apareció entonces el pie de Mendieta pero los zamoranos erraron el ataque.
Un error de los madrileños permitió a Nico Samudio recibir sólo en seis metros y marcar, devolviendo algo de oxígeno al cuadro pistacho. Al Ikasa le empezaron a entrar las prisas y en esos momentos jugó con mucha más cabeza el cuadro pistacho llevándose un triunfo que finalmente fue cómodo (34-28) para los zamoranos que suman su segundo triunfo de la temporada.