El cancerbero conquistó los mayores aplausos de la grada tras varias paradas de mucho mérito e incluso levantó al respetable que comenzó a corear su nombre cuando el partido comenzaba a dirimirse del lado pistacho.
Con la grada abarrotada como las mejores tardes, el público, muy animoso durante todo el encuentro, acabó ovacionando a todos los guerreros pistacho, pero especialmente a un Leo maciel que ha conquistado los corazones zamoranos tras tres jornadas ligueras.
El argentino volvió a estar estrastosférico bajo palos, gracias al trabajo de todo el equipo que le permitió tener un trabajo más cómodo, pero sacando también varias bolas imposibles que hicieron que todo el pabellón acabara coreando el nombre de Leo.