Los pistacho tuvieron problemas de anotación en el primer tiempo, mandando siempre en el marcador pero sin romper el encuentro, algo que si consiguieron hacer en un segundo tiempo plácido para los locales que pudieron permitirse un final tranquilo con presencia de canteranos.
El MMT Seguros sabía que el encuentro podía complicársele pese a que quien llegaba a Zamora era el colista de la categoría, un conjunto que sólo sumaba dos victorias en la temporada y que acabó goleado en el Ángel Nieto. Le pesó a los pistacho esa superioridad en la tabla y los primeros minutos estuvieron llenos de imprecisiones de ambos conjuntos, lo que impidió que los zamoranos, que tenían ocasiones para romper desde el inicio, se veían con ventaja en el marcador pero con pequeñas diferencias.
El paso de los minutos no hacía más que reforzar la idea de los visitantes, en partido y muy cerca en el marcador (10-9), antes de que una lesión en los gallegos provocara que las primeras diferencias en el electrónico aparecieran. Eran momentos en los que Octavio empezaba a sentirse cómodo sobre el parquet y Peli era el mayor estilete pistacho.
La segunda parte sirvió para que el cuadro de García Valiente mostrara una mejor cara y ya consiguiera irse con ventaja suficiente para que una grada animosa y disfrutando del carnaval viera que los dos puntos se quedaban ya en casa. Aparaecieron entonces los segundarios pistacho: Carletes, Ceballos, Molina o Luisín, importantes para que el equipo siguiera carburando y aumentando una ventaja que los gallegos ya veían imposible.
Javier Grande era un muro infranqueable en la portería, relevando a un Leo Maciel que en los minutos importantes estuvo tan serio como siempre, y Raúl mahíde debutó con el primer equipo anotando tres tantos y con la personalidad de un jugador que parecía no estar debutando.
