El Manuel Camba por el Ángel Nieto. Un aumento considerable de la masa social. Cuatro caras nuevas. Un nuevo curso y el resto de volver a superarse a si mismos. El Balonmano Zamora arranca la liga de División de Honor Plata con el objetivo de disfrutar, pelear, dar espectáculo y estar con los mejores.
El MMT Seguros vuelve a la carga, a colocarse en la parrilla de salida sin ser el favorito, a luchar por objetivos para los que otros están, quizá, más capacitados pero menos mentalizados. El MMT Seguros quiere volver a Asobal.
No es el objetivo el ascenso, aunque se luchará por él porque ni Eduardo García Valiente ni sus chicos se ponen límites, pero en el camino pistacho volverán a aparecer grandes transatlánticos con mayor presupuesto que el zamorano y que parten con mayor número de papeletas que el cuadro de Viriato.
Están acostumbrados los chicos pistacho a romper esquemas y derrumbar gigantes que se ponían en su camino. Ya lo hicieron en Plata hace dos años, cuando con el objetivo de la salvación, sorprendieron a todo el mundo del balonmano llegando a Asobal y escribiendo una hoja de oro en su historia. Ya lo hicieron el pasado año durante gran parte del campeonato hasta que las lesiones y el nivel de la liga acabaron por dejar a los zamoranos sin el ansiado ascenso.
La liga comienza en casa, en el Ángel Nieto. Una caldera bulliciosa, incansable, que ha vivido pocas victorias desde que el equipo dejara a un lado el Camba para vestir sus mejores galas en el Ángel Nieto. Un público inquebrantable que hace de la fé su mejor ataque y de las cientos de gargantas que lo pueblan, la mejor defensa de los siete hombres que se encuentran en el 40x20.
Antequera será la primera batalla de una nueva serie de fondo que tendrán que afrontar los zamoranos para acabar, dentro de unos meses, festejando quien sabe si un ascenso, una salvación o el esfuerzo inexpugnable de los Guerreros de Viriato.
