El Balonmano Zamora ha vivido este sábado una jornada inolvidable con motivo de su 25º aniversario desde la refundación del club. El pabellón Ángel Nieto ha sido el epicentro de una celebración cargada de emoción, recuerdos, valores deportivos y un futuro prometedor que ya luce camisetas pistacho.
Más de 750 personas entre jugadores, jugadoras y miembros de la cantera, han participado en una fotografía histórica que simboliza la fuerza de un club que ha sabido crecer desde lo humilde hasta ser referente nacional.
El presidente del club, Iñaki Gómez, agradeció la presencia de todos y se mostró orgulloso de lo logrado: “Hoy estamos aquí para celebrar 25 años de pasión, esfuerzo y familia. Esta imagen de más de 750 personas con la camiseta pistacho es la mejor forma de seguir creciendo”.
Con un pabellón lleno, una cantera viva y unos valores bien arraigados, el Balonmano Zamora no solo celebró su historia, sino que reafirmó su futuro
Tres insignias de oro que emocionan
En un acto emotivo, el club ha hecho entrega de tres insignias de oro, distinción que solo se había concedido anteriormente a José Antonio Quintana, Eduardo García Valiente y María Prieto O'Mullony. Esta vez, los galardonados han sido: Arcelo Andrés, vicepresidente y eterno capitán, por toda una vida de entrega al club desde dentro y fuera de la pista. Cipriano García, en representación de Caja Rural, por el compromiso firme de la entidad con el deporte zamorano y su apoyo constante al balonmano. Jordi Ribera, seleccionador nacional, por su labor formativa, sus éxitos deportivos con la selección española y por ser un ejemplo de valores dentro y fuera de la pista.
Cipriano García ha expresado su orgullo por recibir esta distinción: “Personalmente es un honor, y como representante de Caja Rural, seguimos comprometidos con este club honesto y ejemplar”, destacando la sintonía entre ambas entidades por compartir valores y trabajar por una Zamora mejor.
Arcelo Andrés, visiblemente emocionado, definió el momento como un “punto y seguido”: “Lo que más me enorgullece es ver el pabellón lleno de niños, nuestro objetivo desde 2001. Ver que lo hemos conseguido es muy emocionante”, afirmó con voz quebrada.
Jordi Ribera, por su parte, resaltó que lo especial de este premio es que “no es solo por títulos, sino por la labor de base y el proyecto”. El seleccionador también habló de la renovación en la selección y se mostró optimista de cara al próximo Europeo: “El camino no es fácil, pero este equipo siempre da su mejor versión”.
Zamora, unida por el balonmano