Las Guerreras españolas quedaron eliminadas este martes del Campeonato de Europa de Balonmano tras caer ante Polonia (26-23) en un encuentro decisivo en la Ronda Preliminar, poniendo fin a su participación en el torneo que se disputa en Hungría, Suiza y Austria. A pesar del resultado, la actuación de las canteranas del BM Zamora, Elba Álvarez y María Prieto O’Mullony, dejó un sabor agridulce pero orgulloso para la afición zamorana.
Elba Álvarez, central del Super Amara Bera Bera, vivió un torneo marcado por la adversidad. Un esguince en el primer entrenamiento en Basilea la dejó fuera del debut ante Portugal, un encuentro que España ganó sin grandes apuros. Sin embargo, Álvarez pudo recuperarse a tiempo para volver a la convocatoria en el enfrentamiento contra Polonia, donde mostró carácter y entrega en la cancha, aunque el resultado no favoreció a las Guerreras.
Por su parte, María Prieto O’Mullony, lateral del Caja Rural Aula Valladolid, fue una de las piezas destacadas del equipo dirigido por Ambros Martín. Con su habitual capacidad ofensiva y su carácter combativo, Prieto fue clave tanto en la victoria inicial ante Portugal como en la ajustada derrota frente a Francia, vigente campeona mundial, en un partido que rozó la heroicidad y mostró el potencial de España.
El encuentro contra Polonia, en el que España necesitaba solo un empate para avanzar, estuvo marcado por las imprecisiones. Con un 23 de 41 en lanzamientos y hasta 17 pérdidas de balón, las Guerreras no lograron contener a un equipo polaco que fue más certero en los momentos cruciales. La eliminación deja un sabor amargo, pero también la certeza de que el relevo generacional del balonmano español está en buenas manos.
Para Elba Álvarez y María Prieto, este torneo supone una experiencia más en su trayectoria internacional. Ambas han demostrado que Zamora sigue siendo una cuna de talento en el balonmano, dejando claro que su protagonismo en la selección española está lejos de terminar.
Las Guerreras se despiden del Europeo, pero la historia de estas dos zamoranas en el balonmano continúa escribiéndose con letras de esfuerzo y pasión.