El espíritu de lucha se traslada este miércoles al Ángel Nieto, donde el Club Balonmano Zamora ha convocado un entrenamiento muy especial: el último antes de partir hacia Córdoba para disputar la fase decisiva por el ascenso. A partir de las 20.00 horas, el pabellón abrirá sus puertas a la afición para arropar a los pistachos en su último ensayo antes de la batalla.
Lejos de ser una simple sesión preparatoria, el club quiere convertir la cita en una fiesta de comunión entre equipo y ciudad. “Queremos devolveros todo el cariño que hemos recibido”, anuncian desde la entidad, conscientes de que el empuje de la grada ha sido clave durante toda la temporada.
El llamamiento es claro: llenar las gradas, mostrar el aliento y teñir de verde las butacas del pabellón para despedir al equipo como se merece. A pocos días de iniciar su lucha por el ascenso, los jugadores zamoranos necesitan ese último impulso, ese grito colectivo que recuerde por qué luchan y a quién representan.