El Adareva Tenerife impuso su ritmo frenético para derrotar al Zamarat en un partido que tuvo que resolverse en la prórroga (67-63). Las zamoranas ofrecieron una actuación combativa, pero sucumbieron ante las transiciones vertiginosas de las tinerfeñas, que supieron golpear en los momentos decisivos.
Desde el salto inicial quedó claro que el Zamarat tendría que emplearse a fondo para contener a un Adareva impredecible cuando el balón corría. Las canarias explotaron la rapidez de su juego, buscando canastas fáciles en contraataques que castigaron los problemas del Zamarat en el rebote ofensivo. El marcador al final del primer tiempo era una muestra de la paridad entre ambos equipos: 30-29 para el Tenerife.
La pívot norteamericana Rivers fue el motor silencioso del triunfo tinerfeño. Con 20 rebotes (15 defensivos), no solo neutralizó los segundos esfuerzos del Zamarat, sino que activó de inmediato a sus compañeras para que salieran disparadas hacia la canasta rival. Esa capacidad de cerrar el aro fue letal para el conjunto naranja, que no encontró respuesta en la pintura.
Sin embargo, el Zamarat no se rindió. Con Zoe Hernández aportando seguridad y Esther Puiggros desatando su mejor versión, las zamoranas ofrecieron una gran respuesta en el tercer cuarto. Llegaron incluso a igualar el partido en los últimos minutos, entrando al decisivo tiempo extra con un empate a 54 que encendió las alarmas en ambos bandos.
En la prórroga, los detalles marcaron la diferencia. El Adareva Tenerife mostró mayor acierto y serenidad, anotando 13 puntos por los 9 del Zamarat. Los intentos de las naranjas por imponer su ritmo terminaron frustrados ante la energía inagotable de las locales, que cerraron el encuentro con una canasta final que sentenció el marcador.