A falta de solo seis jornadas para que concluya la temporada, el CB Zamora se prepara para el momento decisivo con una mezcla de ilusión, responsabilidad y determinación. Así lo transmite el técnico Saulo Hernández, que reconoce el esfuerzo realizado por su equipo en un curso “tremendamente duro y motivante”, pero al que aún le restan los exámenes más importantes.
El primero llega este sábado a las 17.30 horas, cuando los zamoranos visitarán la cancha del Fuenlabrada, uno de los grandes colosos de la categoría. “Sabemos lo que viene después, pero no queremos saberlo”, advierte Hernández, que insiste en no mirar más allá del siguiente rival para evitar tropiezos por distracción. “Lo que nos importa es Fuenlabrada, y competir como lo hicimos el sábado pasado en San Pablo, dándolo todo aunque sepamos que será muy difícil”.
La situación en la tabla obliga a hacer cuentas, aunque el entrenador evita obsesionarse con ellas. “Es inevitable, todos las hacemos, pero no tiene sentido. Da igual si necesitamos una, dos o tres victorias: vamos a tener que dar el máximo en todos los partidos”.
El camino hacia la permanencia pasa por imponerse a rivales directos en un calendario exigente donde cuatro de los seis encuentros restantes serán ante equipos en la misma situación que el conjunto azulón. “Son partidos que valen doble. El que gana no solo suma, también impide que lo haga el otro”, recalca.
El CB Zamora llega al duelo con la enfermería condicionando los planes. Hay jugadores “tocados”, y el cuerpo técnico aún no tiene certeza sobre quién podrá jugar. “A estas alturas todos los equipos sufrimos el desgaste de la temporada. Nosotros iremos con los que estén disponibles y preparados para darlo todo”.
Delante estará un Fuenlabrada que, pese a dos derrotas recientes, sigue siendo una de las plantillas más potentes de la liga. “Tuvieron una lesión importante y cayeron en dos ocasiones, pero eso no cambia que sean un equipazo. Tienen jugadores con trayectoria... Euroliga y ACB. Es probablemente el equipo más veterano de la competición, y eso también es un arma”.
Hernández confía en que la fórmula que ha llevado al CB Zamora hasta aquí (trabajo, constancia y fidelidad a su estilo) pueda volver a funcionar. “Si haces un partido serio, ellos pueden ganarte porque son mejores, pero si no lo haces, es prácticamente imposible competirles”.
La permanencia está al alcance de la mano, pero aún no certificada. “La tenemos ahí, con la puntita de los dedos”, reconoce el técnico. “Tenemos muchísimas ganas de sellarla y lo mejor que podemos hacer es centrarnos en este sábado y dejarlo todo en la pista”.
La cuenta atrás ha comenzado. Y el CB Zamora, fiel a su filosofía, no quiere mirar más allá del siguiente paso.