El CB Zamora se enfrenta a semanas decisivas en su planificación de la temporada. La lesión de Kevin Buckingham, cuya recuperación sigue siendo una incógnita tras diversas consultas médicas y diagnósticos dispares, obliga al equipo a valorar incorporaciones en el mercado. El entrenador Saulo Hernández reconoce la necesidad de reforzar la plantilla, especialmente en la posición de ala-pívot, para paliar la posible ausencia del jugador.
“Kevin es un jugador clave para nosotros, pero su lesión es del tipo que genera incertidumbre. Llevamos tres diagnósticos diferentes y, aunque en los próximos días se someterá a una infiltración en Madrid, no sabemos si será suficiente”, explica Hernández. Ante este panorama, el técnico apunta a la próxima ventana de parón como el momento oportuno para buscar soluciones en el mercado.
El equipo afronta una racha de cuatro derrotas consecutivas, aunque Hernández destaca que, a diferencia de la primera vuelta, en esta serie han competido en todos los partidos. “No hemos sacado puntos, pero hemos tenido opciones en todos los encuentros. Lo importante ahora es evitar que esta dinámica haga dudar al grupo”, señala el técnico, quien confía en que la intensidad de los entrenamientos y el compromiso de los jugadores sirvan para revertir la situación.
El próximo reto del CB Zamora será el duelo contra Ourense, equipo que Hernández considera la auténtica revelación de la temporada. “Han ganado a rivales de peso y se han asentado en zona de ‘playoff’ con un juego muy sólido. Nos pondrán las cosas difíciles”, advierte.
De cara a ese encuentro, el CB Zamora busca mejorar su consistencia durante los 40 minutos. “Hemos demostrado que podemos competir con cualquiera, pero en esta categoría, un mal momento te hace perder ventajas trabajadas durante todo el partido”, concluye Hernández, consciente de que el margen de error es mínimo en una liga tan exigente.
