El CB Zamora logró una sufrida victoria por un solo punto (85-86) en su visita al Real Valladolid Baloncesto en el Pabellón Polideportivo Pisuerga, en la cuarta jornada de la Copa del Rey. Aunque la victoria mantiene vivas sus opciones de clasificación, los zamoranos no lograron el objetivo de ganar por 6 o más puntos, lo que les habría asegurado el pase directo a cuartos de final sin depender de otros resultados.
El partido fue una auténtica montaña rusa de emociones, con un CB Zamora que llegó a la última jornada con la presión de ganar en la capital pucelana. Sin embargo, el Real Valladolid demostró por qué es uno de los equipos más sólidos de la competición, dominando claramente los tres primeros cuartos. Los parciales (24-21, 24-19 y 26-23) reflejan la superioridad local en la mayor parte del partido, liderados por un imparable Juan Pablo Atencia, quien fue el máximo anotador del encuentro con 19 puntos.
Los zamoranos comenzaron el partido con buen ritmo, mostrando intensidad y confianza en los primeros minutos, lo que les permitió mantenerse cerca en el marcador al final del primer cuarto. Sin embargo, a medida que avanzaba el partido, el Real Valladolid fue imponiendo su dominio de manera gradual. En cada cuarto, los pucelanos fueron ligeramente superiores, lo que afectó psicológicamente al conjunto zamorano, que veía cómo su rival se iba distanciando en el marcador de forma constante. La solidez defensiva y el acierto en momentos clave del Valladolid minaron la moral del CB Zamora, que se veía superado una y otra vez.
El Real Valladolid controló el ritmo de juego durante tres cuartos, aprovechando su intensidad defensiva y el liderazgo de Hoover, además de una gran actuación colectiva que dejó al CB Zamora en una situación complicada. En el tercer cuarto, el equipo local llegó a tener una ventaja de hasta 12 puntos, y todo apuntaba a que el equipo dirigido por Saulo Hernández se despediría de sus opciones en la Copa.
Pero todo cambió en el último cuarto. El CB Zamora, consciente de que se jugaba la temporada, sacó su garra y protagonizó una remontada épica. La defensa zamorana subió un peldaño y, gracias a una impresionante actuación de Hearst, quien fue el verdadero motor del equipo a lo largo del partido, consiguieron frenar el ataque vallisoletano. El conjunto zamorano llegó a recortar hasta 11 puntos en cuestión de unos minutos, con Kevin Buckingham y Jan Hanzlik brillando en ataque. Sin embargo, Hearst, aunque no fue el máximo anotador, demostró ser el jugador más valioso del equipo con su versatilidad tanto en defensa como en la creación de juego.
La remontada fue heroica, pero el margen de victoria fue insuficiente para garantizar la clasificación directa. Ahora, el CB Zamora deberá ganar en casa al Gran Canaria el próximo 12 de noviembre y esperar que otros resultados le favorezcan. Aunque la victoria en Valladolid deja buen sabor de boca, el equipo zamorano lamentará no haber cerrado el encuentro con una diferencia más amplia que le hubiese permitido respirar tranquilo de cara a la última jornada. Jacob Round, en constante progresión, sigue aportando en momentos clave, y es una de las esperanzas del equipo para el futuro. El próximo reto, ante el Gran Canaria, se presenta como una verdadera final para los zamoranos.