Sayago lucha contra la desigualdad sanitaria: "No somos ciudadanos de segunda"

Sábado tras sábado, la lucha continúa. Los vecinos de la comarca siguen alzando la voz para exigir un acceso justo a la sanidad pública, sin importar el tamaño de su localidad. "La causa merece la pena", afirman con firmeza, convencidos de que el esfuerzo es crucial para defender un derecho fundamental
ZBS Sayago
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Este sábado, una semana más, en la Comarca de Sayago, se ha llevado a cabo la centésima sexagésima cuarta manifestación en defensa de una Sanidad Pública digna, un reclamo que sigue creciendo en fuerza y ​​visibilidad cada semana. Los vecinos de la zona básica de salud de Sayago siguen exigiendo medidas esenciales para mejorar la atención sanitaria, especialmente en los pequeños pueblos rurales, donde la falta de recursos y la escasez de profesionales médicos han puesto en peligro la calidad del servicio.

La reciente presentación del “Plan Estratégico de Medicina Personalizada de Precisión 2024-2030” en Salamanca ha dejado a muchos con un sabor agridulce. Aunque este plan promete grandes avances, en especial en el ámbito de la medicina de precisión, la preocupación radica en que estas iniciativas de vanguardia no deben eclipsar las necesidades urgentes de atención primaria en las áreas rurales. "No podemos presumir de avances que rozan la ciencia ficción sin antes haber resuelto lo básico", afirman desde la plataforma de Sayago, que continúa luchando por un sistema sanitario accesible y equitativo.

Uno de los aspectos más críticos es la reciente tramitación del Decreto que busca incentivar las plazas de difícil cobertura, las cuales se concentran en el ámbito rural. "Es fundamental comenzar desde la educación obligatoria, inculcando a los jóvenes la importancia de su territorio rural, fomentando su acceso a la universidad y ofreciendo condiciones laborales atractivas para que se queden en nuestras zonas", afirman. La región necesita dejar de ser un “territorio exportador de talento” y empezar a retener a sus profesionales sanitarios.

A pesar de las promesas del sistema sanitario, en la Comarca de Sayago la situación sigue siendo crítica. Los habitantes de los pueblos más pequeños siguen enfrentándose a una atención primaria deteriorada, con consultas médicas que han pasado de ser semanales a mensuales, incluso en algunas localidades. Los reclamantes exigen que los médicos retomen sus consultas periódicas en todos los pueblos, independientemente del número de cartillas, para asegurar que todos los ciudadanos tengan acceso regular a la atención médica.

Además, denuncian que los horarios de consulta no siempre están bien establecidos ni expuestos en los consultorios, lo que genera incertidumbre y caos. "No tener los horarios bien visibles causa descontrol y desconcierto entre los vecinos, lo que perjudica a los pacientes ya los profesionales", señalan. También reclaman la eliminación de la cita previa, alegando que, si los horarios son claros, no hay necesidad de este sistema. El Procurador del Común de Castilla y León ya se ha pronunciado a favor de esta petición, argumentando que la atención presencial en las pequeñas localidades es perfectamente viable sin saturar el sistema sanitario.

"Es fundamental recordar que la sanidad pública es un derecho recogido en nuestra Constitución", insisten. No pueden aceptar que la despoblación se combata a costa de recortar servicios esenciales. La falta de atención médica contribuye a la despoblación de los pueblos y a una crisis social, económica y medioambiental que afecta a toda la comarca.

La plataforma de Sayago subraya también la necesidad de reconocer el esfuerzo de los profesionales sanitarios, quienes merecen ser respetados y contar con recursos suficientes para desempeñar su labor. “Las plantillas deben estar bien dotadas y organizadas para garantizar un servicio digno y de calidad para todos”, concluye.

Así, sábado tras sábado, la lucha continúa. Los vecinos de la comarca siguen alzando la voz para exigir un acceso justo a la sanidad pública, sin importar el tamaño de su localidad. "La causa merece la pena", afirman con firmeza, convencidos de que el esfuerzo es crucial para defender un derecho fundamental.

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