Los vecinos de Sayago han vuelto a tomar las calles por centésimo septuagésima sexta vez (176) para exigir una sanidad pública digna en la comarca, demostrando, una vez más, su incansable compromiso con la defensa de los derechos básicos en el medio rural.
En esta jornada de protesta, que ha coincidido con la reciente celebración del Día de Castilla y León, los vecinos propusieron declarar el 23 de abril como el "Día de los Invisibles", denunciando la falta de visibilidad y atención que sufre la comunidad autónoma a nivel nacional. "Castilla y León es invisible para quienes deberían defenderla", lamentaron, acusando a las instituciones de fomentar la indiferencia y el olvido hacia las zonas rurales.
Durante la concentración, también se denunció el gasto de más de 100.000 euros en la actuación musical del día 22 de abril en Zamora, una cifra que, según los manifestantes, "duplicó el caché habitual del grupo contratado". Un derroche de fondos públicos que, criticaron, "podría haberse destinado a guardias médicas, equipamiento sanitario o apoyo a las fiestas de los pueblos".
Desde la plataforma vecinal recordaron las medidas básicas pero esenciales que llevan meses reclamando:
Recuperar las consultas periódicas en todos los pueblos, independientemente de su tamaño o número de cartillas.
Establecer y publicar horarios fijos y conocidos en todos los consultorios, para garantizar la seguridad y tranquilidad de los pacientes.
Eliminar el sistema de cita previa, permitiendo la atención directa en las consultas programadas, como ha avalado el Procurador del Común de Castilla y León en resoluciones recientes.
Los vecinos insisten en que la sanidad pública es un derecho constitucional y que el acceso a la atención médica no puede depender del lugar de residencia. "Por ser menos no podemos tener menos derechos", recalcaron, alertando de que la despoblación se agrava con la pérdida de servicios públicos esenciales como la sanidad.
También destacaron el respeto y reconocimiento al personal sanitario, subrayando que la calidad del servicio depende de plantillas suficientes y bien organizadas.
Cada sábado, Sayago continúa su lucha con perseverancia y dignidad. "La causa merece la pena", afirmaron entre aplausos, reiterando su compromiso con un futuro en el que vivir en un pueblo no signifique renunciar a servicios básicos como la sanidad.
