Son ellos los héroes anónimos. La España Vaciada se vuelca en defender su tierra, sus viviendas. Su hogar. Ayer lo volvieron a demostrar en Roelos, donde decenas de personas acudían a la movilización realizada a través de las redes sociales y de mensajería rápida en la que se solicitaba ayuda para tratar de contener las llamas que, durante horas, se acercaron amenazantes hacia los núcleo urbano de Roelos y Salce.
Ha sido una noche de infierno. También de indignación para muchos que han contemplado en primera línea el avance del fuego en una jornada abrasadora que ha vuelto, tristemente, a hacer mella sobre un campo azotado por la sequía, pero también por la falta de medios. Las previsiones ya avisaban y las condiciones meteorológicas -a falta de confirmación sobre el origen del fuego- ha vuelto a hacer de las suyas no sólo en Sayago, también de nuevo en la Sierra de la Culebra.
Ellos son los protagonistas de los 'segundos de oro' en los informativos, también los que sufren cuando los focos se apagan, los objetivos se apartan y las llamas dan paso a las cenizas. Ellos son los que, sin medios ni protección alguna, tratan de contener el avance imparable de las llamas. Los que se enfrentan desde la barrera mientras los otros héroes con casco lo hacen cara a cara.
Un combate sin cuartel que vuelve a dejarnos imágenes para el triste recuerdo con los vecinos realizando cortafuegos para impedir que el fuego se desviara hacia la carretera de Carbellino. El manto de la noche ha sido un auténtico infierno en la que los reflejos de las sirenas se sentían en las señales de salida de Salce, pero también para los vecinos de Villarino Manzanas que han tenido que abandonar sus hogares hacia el albergue habilitado en Alcañices.
En Sayago, en Aliste, como en cualquier punto de la provincia, Zamora son sus gentes: las que defienden con 'uñas y dientes' una tierra que languidece pero que sigue siendo orgullo para los suyos.
