La villa de los Arribes del Duero ya cuenta con un nuevo punto de atracción para curiosos, enamorado o deseosos de compartir cualquier expresión de amor o cariño en general. El "rincón del beso", como lo han bautizados sus autoras, está decorado con palets y un espejo para que todo aquel que lo deseo pueda retratarse en uno de los rincones más especiales de Fermoselle.
El "rincón del beso" se ubica en la calle Nueva (Corral del la Rueda), en la zona próxima a la casa del cura y de los miradores de los Arribes.
La decoración sigue la línea marcada por siete voluntarias de la villa que llevan desde el pasado mes de septiembre decorando numerosos puntos del municipio, como la subida empedrada al mirador del Castillo que cuenta también con su propio espejo sostenido por un palet en tono rojizo y que reza una frase de Ghandi: "La vida es como un espejo, te sonríe si la miras sonriendo". Sonríe, porque estás en Fermoselle.
Un mensaje de optimismo y color que se ha convertido en toda una atracción turística entre sayagueses, zamoranos y portugueses que se han dejado encandilar por esta artesanía en forma de palets que decoran con motivos navideños, señalando puntos de referencia gastronómica -como el restaurante España- u homenajeando a los padres en su día.
Las voluntarias siguen así añadiendo nuevos puntos de visita, para alegría de vecinos y paseantes, gracias a la ayuda que le brinda el Ayuntamiento de Fermoselle y al buen hacer de quienes también se suman a echar una mano. Los palets son su elemento característico, pero no el único: piedras, ruedas de coche botes grandes para flores, papeleras y para depositar las colillas en la calle adornan los establecimientos públicos y calles de una villa medieval que, si cautiva por su encanto natural, ahora cuenta con un 'plus' gracias a la entrega de sus gentes.
