La villa medieval de Fermoselle se llena estos días de luz y color con las fiestas de carnaval y la recuperación del tradicional desfile que recorre las principales calles del municipio. Ingenio y muchas dosis de humor son la tónica de muchos de los disfraces de pequeños, y sobre todo mayores, que han querido sumarse a la fiesta organizada por el consistorio y que ha llenado la Plaza Mayor de expectación y alegría.
A la fiesta se han sumado emperadores romanos, obispos, monjas y hasta máscaras del papa Francisco. Un cóctel de personajes de lo más curioso y que han desfilado desde las 17:00 horas acompañados de la música de la charanga por las principales arterias del municipio para regresar al punto de retorno.
La fiesta continuará con una chocolatada para continuar amenizando una tarde marcada por los cielos cubiertos, pero que no ha impedido que la alegría retorne a Fermoselle un año más por carnaval.