Ante el incremento de solicitudes para la instalación de parques de producción de energía solar, especialmente en la comarca de Tierra de Tábara, con proyectos como Enebro, Madroño, Pinot, Caoba, Espliego, Collado y Malvasía con una extensión total aproximada de 700 hectáreas y con una potencia de 330 MW, Zamora Viva manifiesta su total rechazo a la realización masiva de este tipo de industrias para la obtención de energía en lugares con interés paisajístico, cultural, medioambiental y agrario como es la Tierra de Tábara, por lo que se adhiere a la concentración promovida por Plataforma en Defensa de la Tierra de Tábara, para el domingo 1 de mayo a las 11 de la mañana.
Como ya indicara el Defensor del Común en su momento, es fundamental encontrar un equilibrio entre el fomento y promoción de las energías renovables y la conservación y desarrollo del sector primario en el medio rural, considerando la importancia del mismo en Castilla y León. En la misma dirección se han manifestado algunas organizaciones agrarias advirtiendo de las consecuencias negativas que tiene la proliferación de estas industrias para la agricultura.

Para Zamora Viva, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 en favor de las energías renovables no está teniendo en cuenta las necesidades de las zonas que van a servir de sacrificio para el desarrollo del Plan, y es contradictorio que se hable de lucha contra la despoblación cuando esta instalación desordenada de renovables está claro que va a agravar el problema, al echar literalmente fuera de sus tierras a los agricultores y quizá también a todas las personas con intereses en el turismo rural, pues hay que tener en cuenta la proximidad de esta zona con la Reserva de la Sierra de la Culebra y el área protegida de las lagunas de Villafáfila, así como los valores culturales y tradicionales de esta comarca.
La asociación considera que este es un tema de extrema gravedad para la provincia y hace un llamamiento a sumarse a la concentración a todos los movimientos sociales que tengan interés por defender el territorio en contra de esta agresión planificada, y ante la pasividad de las administraciones.
Todo apunta a que la única vía para poner freno a este sinsentido será la movilización ciudadana y la visibilización de una cuestión que premeditadamente ha estado invisibilizada durante estos años, con falsas promesas de desarrollo para la provincia que al final, por lo que parece, solo beneficiarán a unos pocos.
