Vaya por delante que la gestión de la directiva de Segismundo Ferrero me parece que está siendo bastante correcta, con sus luces, con sus sombras, con un panorama muy complicado en el que se han atrevido a entrar y del que están intentando sacarnos a todos.
Creo que, exceptuando la última decisión de la directiva, el camino que estaban llevando hasta el momento, pese a algunos nubarrones, estaba siendo bastante correcto, enfocado principalmente en el tema económico, limpiando una deuda que ahogaba al club y con buenas ideas que estaban mejorando la salud del club.
Pero, pasa que a veces uno se equivoca, y a Segis le pasó así cuando decidió inventarse un escudo, pagarle a un diseñador por un nuevo trabajo y querer cambiar la imagen histórica del club. Se equivocó, y un error lo puede tener cualquiera, no pasa nada. El club, que al final, pese a que algunos se empeñen, sigue siendo de los socios, le voceó claramente que no querían ese escudo.
Segismundo Ferrero dijo, en ese momento, que el escudo inventado se usaría únicamente para las campañas de marketing del club, y la afición, en ese momento, calló, porque un fallo lo tiene cualquiera y no había que hacer una montaña de un error.
Pasó el tiempo y, la directiva quiso seguir en sus trece, presentar un autobús, quizá, junto con la camiseta, uno de los elementos que más distinguen a un club cuando sale fuera de Zamora, con el escudo inventado. Ha sido entonces cuando el grito ha traspasado las fronteras de Zamora y, algunos aficionados de varios clubes, se han levantado contra la directiva rojiblanca. La afición quería su escudo, el único, el de siempre, el que muchos de sus amigos, familiares o héroes habían defendido, no el invento de Segis.
Pero Segismundo Ferrero, con la excusa de modernización del club (ojo, que lo siguiente puede ser Juan Magán feat Alollano para el nuevo himno del Zamora y una estameña roja y blanca que nos sirva para los partidos y para alguna cofradía), ha dicho que sigue adelante con su idea, que le da igual la opinión de la mayoría de la afición, que el cortijo es suyo, como pensaron otros antes que él cuando llegaron a la poltrona.
Y ahí seguimos con el "vomitivo" (al menos para mi y otros cuantos socios que están sufriendo al verlo a diario) invento del nuevo escudo, sufiréndolo en nuestras carnes, pagándolo con el presupuesto ajustado de este año, y propaganado una imagen rara y fea allá por donde vamos.
Así que, señor Segis, yo, igual que se lo han dicho ya varios socios, demasiados, cerca de un 80% en las encuestas que varios medios han realizado, le pido que de marcha atrás, que se olvide de ese escudo inventado, que mantenga nuestra identidad, que se deje de inventos raros y que no nos ponga ese engendro en el autobús. Yo, solo tengo un escudo y no es el que usted quiere.