jueves. 28.03.2024

Extremismos

El Zamora CF celebra la última victoria en el Ruta de la Plata.

En esta ciudad del alma que decía Claudio Rodríguez somos muy de contrastes, de blanco o negro, sin escala de grises, sin apenas matices. Quizá esta ciudad que nos alienta y nos acusa lo haga porque la sentimos tan adentro, la vivimos tanto que a veces nos duele.

Existe, en esta ciudad de extremismos, un inevitable resultadismo que resulta peligroso y alejado de la realidad. Un extremismo que convierte lo que hoy es blanco mañana en negro y la siguiente semana en blanco de nuevo.

A la salida del Ruta de la Plata, tras la victoria 6-0 frente al Celta "B" el estado de euforia se adueñó de la afición que veía el fin de la época más complicada del Zamora CF y soñaba con grandes hitos, incluso en las algunas tertulias se daba al Zamora como equipo favorito para, al menos, jugar Copa del Rey. Parecía amnésico el recuerdo de la dura derrota 4-0 en Santiago de Compostela.

El estado de euforia de la afición, nunca trasladado a una plantilla que sabía que quedaba demasiado camino para pararse a mirar, duró. exactamente, siete días. Duró hasta que la imagen que dejó el equipo en Ferrol fue mala, especialmente en ataque, pero sólo fue un partido más, uno de los 10 oficiales que ha jugado el equipo esta temporada. En los bares, en las calles, en los foros de internet... el equipo era "la banda de Pancho Villa" que diría el amigo Miguel Ángel Hernández, era un equipo, de nuevo, abocado a luchar por no descender.

"Ni ahora somos el Leverkusen ni antes éramos la última mierda que cagó Pilatos" dijo un día el gran Manolo Preciado y podría valerle a este Zamora que ha dado tumbos en las últimas tres semanas. Y es que un garbanzo no hace cocido, y 38 si que lo hacen, cuando no han de ser 42 como el año pasado.

Pero no sólo de Zamoa CF vive el hombre y es que el sábado en el Ángel Nieto, tras las buenas sensaciones del partido frente a Avenida y el inicio esperanzador de las naranjas, la gente volvía a soñar con una Copa de la Reina que, con el paso de los minutos, se convirtió en una desilusión y un prácticamente asegurado descenso. Extremos. Algo parecido le pasó al equipo de Juanio en sus dos partidos o he llegado a escuchar de un MMT Seguros que, de momento, está haciendo muy bien los deberes. Habrá que saber convivir con el resto de colores.

P.D: En defensa de esta gente que cambia tanto de opinión también quería decirle a los equipos zamoranos que, quizá, se puede ganar o perder, pero no hace falta hacerlo con unos guarismos tan exagerados.

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