Suele decirse que "la unión hace la fuerza", pero a veces crea debilidad. En el caso de la política tenemos ambos casos, uniones que hacen fuerza para gobernar una Comunidad Autónoma o una Diputación, como sucede en Castilla y León, con PP y Ciudadanos, quienes también gobiernan la Institución Provincial de Zamora.
Pero se da también la situación en la que unirse no da los resultados esperados. Unidas Podemos es el ejemplo en la política española. Izquierda Unida y Podemos, o, mejor dicho, Podemos e Izquierda Unida, porque aquí, el orden de los factores sí altera el producto. Podríamos decir que, más que una unión, se trata de una absorción, un intento de crear fuerzas que ha convertido a la izquierda española en una desilusión, muy alejada de los Anguita (que en paz descanse), Cayo Lara o aquellas manifestaciones del 15-M.
La pérdida de votos y el rumbo que ha tomado Podemos ha arrastrado a Izquierda Unida a un abismo en el que solo espera la desaparición de sus siglas. Mientras tanto, en Zamora, el partido resiste. Aquellas palabras del alcalde, Francisco Guarido, que comparó a la ciudad a una "aldea gala", toman mucho más sentido viendo que, hasta a nivel regional, IU sigue la línea que marca Podemos.
Aunque, también sea dicho, Pablo Fernández, líder de Podemos en Castilla y León, apunta las maneras para dar un paso adelante en la CCAA.
¿Hace la fuerza esta unión? Solo hay que ver el resultado de las elecciones generales. ¿Qué pensarán los afiliados a Izquierda Unida? ¿Le tendrá "miedo" Alberto Garzón a la 'aldea gala', siendo la única capital de provincia en la que gobiernan las siglas IU?
En un ejercicio de cabezonería, parece que en Izquierda Unida están decididos a olvidar sus casi 35 años de historia para dar paso a una política indecisa y a una serie de fracasos de la mano de Podemos que hacen tambalear los cimientos de la izquierda.