martes. 23.04.2024

Despierta, Zamora, que ya llego

(Texto: Gabriel-Carlos Ramos Montalvo)

Despierta, Zamora, ¿aún estás dormida?, levántate de ese sueño o acaso no ves que hoy es el día. Despierta de ese sueño que estoy de camino. No imaginas las ganas que tengo de llegar, de que tú y yo seamos uno como el aire y el incienso, como esa promesa que los enamorados lanzan al viento.

Despierta, mi Zamora, que llego, que ya estoy aquí, que ya estoy entrando por tus murallas y cercos; vengo de lejos, de allí donde la espera es sinónimo de esperanza, de allí donde las velas no se apagan, de allí donde la soledad está acompañada, de donde los brazos de los hermanos, unidos, se convierten en abrazos, donde la palabra tristeza pierde su significado... de allí vengo, de nuevo, para encontrarnos.

Despierta, tú, la gran desconocida, que conmigo te han de conocer; levanta los ojos y mira, rendida otro año, aquí estoy, a tus pies. Levanta la vista y desde el Duero mírame, que ya estoy junto a sus orillas, notando cómo su agua moja mis pies. Llego hoy a ti, a llenar tus calles de luz, de colores, de olor a terciopelo y a cera. Vengo a llenarte por entero, a inundarte de sentimientos, llantos y pasiones; vengo a salpicar tus aceras.

Llego hoy ¿y sigues dormida? Despierta que ya acaba la larga espera. Ya ha pasado un año, y estoy aquí de vuelta. Vengo para convocar a los que están, a los que no están, y también a los que algún día volverán ¿te olvidaste de mi promesa?, que siempre volvería por muy lejos que estuviera.

Vengo a ti, Zamora; a ti, calvario vivo desde la Catedral hasta San Torcuato, desde Santa Clara hasta Viriato, pasando por el Museo, las Iglesias Parroquiales, y cada uno de los corazones de tus paisanos. Vengo a hacerte grande porque tú, Zamora, eres parte de mi significado.

Zamora, estoy entrando por tus calles, recorriendo parques, jardines, rincones e incluso fuentes; estoy en el turista, en el anciano, en el recién nacido que por primera vez siente; estoy en el que ha perdido a su madre, y en el que en el hospital padece; estoy en toda la gente, incluso en ese niño que inocente pregunta que cuando la procesión viene...

¿Lo sientes, Zamora?, es el silencio de gente que se queda muda cuando siente que Dios por tus calles padece, e incluso muere. ¿De verdad que no lo sientes?, venga, Zamora, despierta, que soy yo y un año más vengo a ti. Despierta, mi querida ciudad, que me llamo Semana Santa y estoy preguntando por ti...

Despierta, Zamora, que ya llego
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