jueves. 25.04.2024

La falta de vocación y educación también un hándicap en el Hospital Virgen de la Concha

Una lanza en favor de casi todos los celadores de tarde del 16 de agosto en Urgencias del HVC, pero para dos ni lanza ni trabajo. 

Ante la falta de educación y la chulería la queja en atención al paciente, definitivamente esa es la solución, dejar que todo pase y no pedir explicaciones es solo para cobardes, y este no es el caso. 

silla ruedas
silla ruedas

El derecho a la información de cual es el estado en el que se encuentra un paciente y si encima es tu hija no ha de pasar de largo, sean tiempos de pandemia o no. 
El caso siempre en primera persona y con la razón y la educación por delante, y tras dos horas de falta de información pasa por la otra falta, la de educación, empatía y sentido común. 
El primer jefe de personal subalterno que tuvo el HVC fue mi tío José Fernández Gordillo, si ese hombre hubiera visto lo ocurrido, otro gallo hubiera cantado a este hospital y a los celadores que creyeron que en el Clínico son ellos los dueños del servicio y a los que hay que rendir pleitesía. 
 

En ese hospital han trabajado familiares y amigos, murió mi padre el pasado 18 de enero en Urgencias, y jamás hubo faltas se respeto como la que dos personas en el turno de celadores de urgencias de la tarde en el día 16 de agosto han tenido para con mi familia y persona. He defendido a todos y cada uno de los celadores y profesionales de ese edificio en el que todos tenemos parte ya sea por tener algún familiar trabajando o por que al final todos hemos pagado parte con nuestros impuestos, lo que también nos da derecho a decir lo bueno y lo malo de lo que pasa en el mismo.

Falta de respeto y de empatía, a la vez que de educación, por la cual y como Autónomo y cotizante español de la Seguridad Social he de reivindicar. Cuando alguien ha sido siempre paciente y cuando ha pedido conocer el estado de sus seres queridos, que menos que educación y dirigencia. 

Tras la toma de temperatura (acto protocolario a cuenta del covid-19) y pedir encarecidamente una explicación de como estaba mi hija, se me acompaña amablemente por una celadora a la consulta de Urgencias donde me comunican que van a ingresar a mi hija unos días puesto que tiene anginas. La excusa de la falta de información la dan cuando dicen que no saben que estaba acompañada. Claro está que nadie se preocupó de informar puesto que su hermana melliza la había acompañado desde el Centro de Salud de Santa Elena y permanecía en la sala de espera desde las 17:00 horas, comentar que el ingreso ocurría pasadas las 22:45 horas de la noche. 
"Todo el entuerto listo, se quedará ingresada aunque está pendiente de valorar por parte del otorrino de guardia". 

También la buena labor de celadores, administrativos, auxiliares, enfermeras y médicos no pueden irse al "garete" por la negligente forma de tratar a las personas que no vamos a urgencias a pasar la tarde, otra cosa es la falta de educación y formas además de la profesionalidad de "personas" que nada tienen que ver con un sistema que debería al menos tener elementos de control sobre seres que no merecen el puesto, y menos la de ser tratados como tal y ni la oportunidad de servirse útiles, puesto que más allá de la utilidad está el trato humano y la educación que en al menos dos "secuaces" del turno de tarde de urgencias del HVC, no tienen y que pasaron de la negligencia a falta de cualquier ética. Responder de forma chulesca y provocar al paciente no es la forma, la queja puesta está en Atención al paciente y por supuesto ante la opinión pública que entenderá de lo que hablamos.
 Que no paguen justos por pecadores y que nadie diga eso de que te dejo pasar y ni me diste las gracias, derechos y deberes no están reñidos, tampoco la educación y si no tienen vocación al menos, que no pierdan la educación, y eso de provocar al paciente, ojo, porque dieron con alguien con mucha paciencia y por supuesto mucha más educación de la que demostraron esos dos "celadores" hombre y mujer que nada tienen de humanos, ni de celadores.
Por cierto seis horas en una silla sin entrada en el box de urgencias para al menos reposar en una cama y mostrando fiebre de 39'5°C tampoco es para decir nada bueno sobre la política de la solución sanitaria de la ciudad y tampoco del servicio de URGENCIAS.

Es igual que tengas 18, 24, o 65 años esto no cambia ni cambiará si no se protesta y se pone de manifiesto que los fallos hay que corregirlos o erradicarlos, que siempre hay tiempo, lo que falta son ganas y sobre todo menos presumir de tanta excelencia donde no la hay. Los elementos de control de atención a quien necesita de la Sanidad Pública también deben publicarse, y poner elementos correctivos donde muchas veces se hacen cosas que pueden llevar a incidentes desagradables.

La falta de vocación y educación también un hándicap en el Hospital Virgen de la Concha
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