El Zamora CF vuelve a casa con la moral alta tras un exigente encuentro copero en el que, pese a no mostrar su mejor fútbol, supo responder con contundencia para avanzar de ronda. Juan Sabas, técnico rojiblanco, se mostró satisfecho por el resultado, consciente de que en la Copa cada partido es una batalla en la que prima la resistencia y la puntería. “No tuvimos un partido brillante, pero es un partido típico copero: sufrimos bastante, tuvimos pegada y la suerte de pasar", comentó Sabas, quien reconoció que las victorias en circunstancias así son más dulces y ayudan a suavizar la carga física y mental que implican estos viajes.
El entrenador valoró el esfuerzo del equipo y destacó la fortaleza de sus jugadores, sobre todo en un contexto donde las rotaciones son cruciales. La Copa brindó minutos a algunos menos habituales, quienes respondieron con un notable nivel, algo que Sabas celebró: “Demostraron que cualquiera puede suplir a un compañero y hacerlo a un nivel increíble”. En esa línea, aplaudió el desempeño de Julen, quien a pesar de su veteranía aguantó hasta el final, mostrándose incisivo por la banda y ofreciendo un pulmón más en los últimos minutos.
Sin embargo, el partido también dejó una espina: la baja de Rafa por una lesión muscular en el aductor, un revés en un momento en el que Sabas ya lamentaba una lista de bajas considerables, que incluyen a Campabadal por sanción y a Pito y Juanan por molestias. A estas se suma la duda de Joel, quien sigue en proceso de recuperación. Ante esta situación, Sabas reconoció que el equipo está "en cuadro", aunque mantiene el optimismo. “Los que estemos empujaremos al 100% para intentar hacerlo lo mejor posible y sacar algo positivo de allí”, aseguró.
Con La Ponferradina como el siguiente desafío, el Zamora CF no se permite aflojar en su objetivo de seguir escalando en liga. Sabas advirtió sobre la calidad del rival, un equipo diseñado para estar en la zona alta de la tabla, con futbolistas peligrosos en todas sus líneas. El técnico, que pidió a su plantilla cambiar rápidamente el "chip copero" por el de la competición regular, expresó el deseo compartido de todo el vestuario y la afición: que en el próximo sorteo de Copa aparezca un "rival que dé colorido a la grada" y permita seguir soñando.