El club rojiblanco empezó el año nuevo con el pie torcido y sólo suma un punto en el mes y diez días de año que se lleva. En el peor momento de la temporada, se han encendido las alarmas aunque desde la plantilla se tiene confianza ciega en ganar al Marino de Luanco.
El equipo que acababa el año metiendo miedo a los rivales, acercándose a los puestos de arriba, se descompuso con el inicio de año, coincidiendo con la baja de Manu Gavilán. No tanto en juego, donde ha cajado algún encuentro en el que ha sido merecedor de más, pero si en resultados donde ha entrado en barrena y se sitúa como el peor de los 80 equipos del grupo.
Los rojiblancos tocaron fondo en Barreiro, haciendo aguas en todas sus líneas y firmando el peor partido del año, justo antes de encarar un partido vital no sólo por los tres puntos que pueden sumar los zamoranos, sino porque podrían comprarle el billete de ida a Tercera División al club asturiano, en una situación muy complicada desde el inicio de la liga y que tiene en cada partido una auténtica final.
