Varios de los jugadores de Aguirre no estuvieron a la altura y sólo sobrevivieron por los errores de los pimentoneros, que erraron un penalti y un libre indirecto en el área, y que permitieron al cuadro rojiblanco llegar con vida hasta el último cuarto de hora.
El Zamora se acabó cuando Carlos de la Nava recibió un balón de Iván Alonso en el saque de puerta. El cancerbero murciano resbaló y dejo vacia la porteria para que el delantero charro pusiera las tablas. Sin embargo, de la Nava la tiró fuera y desapareció como desaparecieron varios de los jugadores rojiblancos que fueron cayendo efecto dominó.
Y eso que el Murcia, que no despliega el mismo fútbol que el Oviedo, Guijuelo, o UD Logroñes, sólo tuvo una ocasión en la primera mitad y la acabó convirtiendo en gol Arturo, poniendo por delante a los pimentoneros en una transición en la que los rojiblancos fueron excesivamente blandos.
Arriba, con Sergi Mut muy desafortunado y un muy apático Carlos de la Nava, el conjunto volvió a depender en exceso de Arkaitz y Coque, que hoy no estuvieron afortunados con el balón y que no pudieron ayudar a meter algún susto al conjunto murciano.
En la segunda mitad el equipo se encomendó a Gavilán, uno de los pocos afotunados en el encuentro, mientras atrás, Miguel que hizo tres paradas de mucho mérito, cometía un penalti innecesario que fallaban los pimentoneros y le daba vida al Zamora. No creó excesivo peligro tampoco Gavilán, demasiado sólo, aunque mejoró la aportación ofensiva del equipo, por lo que el Murcia nunca vio peligrar la victoria. Mateos y Miguel cometían una cesión y bajo palos el propio Mateos salvaba el gol que sentenciaría el partido.
No tardo mucho en marcar el equipo local, y una de las joyas de la cantera, Isi, ponía el 2-0 que hacía justicia con lo visto en el terreno de juego. Aguirre movió el banquillo pero los hombres que salieron de refresco no mejoraron lo visto sobre el cesped.
