El fútbol puede ser injusto, y el Zamora CF lo ha comprobado esta tarde en el Ruta de la Plata. En uno de sus mejores partidos de la temporada, el equipo de Juan Sabas se ha medido de tú a tú con la Ponferradina, segunda clasificada del grupo, y ha terminado perdiendo por 1-2 en un final cruel que deja al conjunto rojiblanco sin premio tras un enorme esfuerzo colectivo.
Llegaba el Zamora CF a al encuentro con una inercia positiva y una mirada cada vez más alejada del descenso. Tras varias semanas sumando, el equipo empezaba a acariciar la idea del playoff, situado a solo tres puntos antes de arrancar el duelo. Y con ese hambre saltó al césped: sin miedo, con valentía y dispuesto a tumbar a uno de los favoritos.
Durante la primera parte, el Zamora fue superior. Con Carlos Ramos marcando el ritmo, Clavería recuperando, y Tresaco activo en el frente de ataque, los rojiblancos encerraron por momentos a la Ponfe en su campo. Las ocasiones se acumularon: remates de Pito Camacho y de Rufo y constantes jugadas a balón parado... pero el gol no llegaba. Solo el larguero y el acierto del meta visitante evitaron que el marcador se moviera antes del descanso.
En la segunda parte, el guion no cambió. El equipo zamorano mantuvo la intensidad y encontró por fin el premio a su insistencia en el minuto 64, cuando Rufo cazó un balón en el área y lo mandó al fondo de la red. El 1-0 hacía justicia a lo visto hasta entonces y desataba la euforia en un Ruta entregado.
Pero el fútbol, a veces, golpea sin piedad. La Ponferradina, que hasta entonces apenas había inquietado a Fermín, empató en el 76’ con un remate aislado que silenció las gradas. Y cuando el Zamora se volcaba en busca del 2-1, cuando el equipo estaba volcado y acumulando córneres, faltas y centros en el área, llegó el mazazo: una falta en contra, un remate certero... y el 1-2 en el minuto 92 que dejó a los locales sin tiempo de reacción.
El pitido final fue un golpe de realidad. El Zamora no solo pierde tres puntos, también la oportunidad de engancharse del todo al tren de arriba. Pero si algo deja claro este partido es que este equipo compite, convence y está muy vivo. Quedan jornadas y, si juega como hoy, volverá a ganar.
Esta vez no fue justo. Pero el fútbol, a veces, también devuelve lo que te quita.