El Zamora CF logró una ajustada victoria en un partido de máxima intensidad frente al filial de la Real Sociedad, caracterizado por un ir y venir constante que pudo decantarse hacia cualquier lado. Carlos Ramos, mediocentro del Zamora, valoró el triunfo con una mezcla de alivio y autocrítica, destacando la necesidad de corregir ciertos aspectos en el juego colectivo. A pesar de que los tres puntos se quedaron en casa, el equipo evidenció algunos problemas tácticos al alargarse demasiado en el campo, lo que permitió espacios a un rival fresco y rápido. “Tenemos muchas cosas que corregir, llevamos unos partidos estando muy largos y se hacen los partidos de ida y vuelta”, comentó Ramos, señalando la complejidad de enfrentarse a filiales.
El gol de Ramos fue motivo de debate por su espectacularidad y cierto revuelo sobre su validación. El mediocentro expresó su satisfacción por el tanto, aunque reconoció que “da igual quién marque; lo importante son los tres puntos”. Para el jugador, lo esencial fue el esfuerzo colectivo y la entrega de un equipo mermado en la delantera por bajas sensibles como las de Kique Márquez, a quien describió como "el Messi de la categoría".
Ante la falta de esos jugadores clave, Ramos elogió el compromiso de sus compañeros, destacando que el equipo suple cualquier carencia con sacrificio. "Cuando no tenemos esa magia arriba, hay que ponerse el mono de trabajo”, afirmó, orgulloso de la unidad y el esfuerzo mostrado.
En lo personal, Ramos se mostró satisfecho con su actuación tras una serie de partidos irregulares. El gol le permitió recuperar confianza y destacar en un once titular altamente competitivo, en el que afirmó haber mejorado. Con la vista en el próximo encuentro, Ramos anticipó un partido especial contra Unionistas, al que calificó como la “fiesta del fútbol”.
