Representantes de diversas formaciones políticas locales y provincialistas de las provincias de Zamora, León, Salamanca y Cáceres han alzado la voz este pasado sábado para denunciar la situación de abandono que sufre el oeste de España. La convocatoria, organizada por el partido zamorano Ahora Decide, reunió a portavoces de diferentes agrupaciones políticas que coincidieron en exigir al Gobierno central y a los ejecutivos autonómicos medidas urgentes para mejorar las infraestructuras ferroviarias y la sanidad pública en sus territorios.
El encuentro, que tuvo lugar en Zamora, contó con la participación de Manuel Fuentes, de Ahora Decide Zamora; Roberto López, coordinador de Independientes de León, en representación de 25 agrupaciones; David Ramos, portavoz de España Vaciada en Salamanca; y Raquel Iglesias, de Somos Cáceres. Los ponentes expusieron de manera contundente la situación crítica que atraviesan sus provincias, marcada por la despoblación, los recortes de servicios, la falta de industrialización y la desigualdad en las inversiones públicas.
Uno de los temas principales fue la reivindicación unánime de la reapertura de la línea ferroviaria conocida como la Ruta de la Plata, cerrada en 1984 y cuya recuperación sigue siendo una promesa incumplida por los sucesivos gobiernos. Los representantes coincidieron en que esta línea no solo mejoraría la conectividad social y comercial de más de tres millones de ciudadanos, sino que representaría una alternativa real al corredor Mediterráneo, al que el Gobierno ha destinado más de 1.200 millones de euros. “¿Por qué tanto dinero para el Este y ni un euro para el Oeste?”, se preguntaron los portavoces con indignación.
David Ramos, de España Vaciada, destacó que el tramo de 90 km entre Plasencia y Salamanca, uno de los más importantes de esta línea, costaría aproximadamente 900 millones de euros. Además, subrayó que, si se hubiera incluido en el plan 2030, un 80% de esa inversión podría haberse financiado con fondos europeos. Según Ramos, la recuperación de la Ruta de la Plata también contribuiría a la creación de un nodo logístico clave que uniría puertos estratégicos como el de Lisboa o los del norte de Europa.
El segundo eje de la rueda de prensa fue la situación de la sanidad pública en las zonas rurales. Los representantes exigieron a las Juntas de Castilla y León y Extremadura un plan coordinado para frenar el deterioro de los servicios sanitarios. Denunciaron largas listas de espera, de hasta 18 meses, y la falta de recursos esenciales como UVI móviles en zonas como Vitigudino, en Salamanca. Raquel Iglesias, portavoz de Somos Cáceres, fue especialmente crítica con el desmantelamiento progresivo del hospital de referencia de Cáceres, lamentando que los recursos se estén derivando a Badajoz sin que se avance en la tan solicitada segunda fase del hospital.
Además de las demandas específicas, los portavoces coincidieron en la necesidad de un cambio político profundo que dé voz a los territorios olvidados. Criticaron a los grandes partidos políticos por seguir consignas centralistas y no representar adecuadamente los intereses de sus provincias en las Cortes. Roberto López, de Independientes de León, denunció que los diputados del PSOE y del PP no defienden estas causas, ya que están sometidos a las órdenes de Madrid, lo que agrava aún más la situación.
El acto finalizó con un firme compromiso de continuar luchando por un modelo político más representativo y centrado en las necesidades de las zonas rurales. Los representantes señalaron que el camino tomado por partidos como Teruel Existe o Soria Ya para obtener inversiones concretas en sus territorios debe ser seguido por las provincias del oeste de España. "Reabrir la Ruta de la Plata no es una opción, es una obligación", concluyó Raquel Iglesias. “Porque donde hay vías, hay vida. Y nosotros queremos vivir en nuestra tierra con dignidad”.
Los organizadores de la rueda de prensa afirmaron que este encuentro no será el último. Su intención es consolidar una plataforma de fuerzas locales que, alejadas del bipartidismo, puedan convertirse en una alternativa real, escuchando y actuando desde y para los territorios olvidados.
