Este lunes, el Colegio de Veterinarios de Zamora ha rendido homenaje a una de las figuras más relevantes de la historia científica local: Francisco de la Reyna, considerado “el veterinario más famoso de la historia de Zamora”.
La jornada comenzó con el descubrimiento de una placa conmemorativa en la Calle Veterinario Reina de la capital zamorana, acto con el que se ha querido reconocer públicamente el legado de este pionero en la medicina animal. A continuación, el salón de actos del Colegio de Veterinarios acogió una rueda de prensa en la que se puso en valor el trabajo de recuperación histórica que ha hecho posible este homenaje.
Por la tarde, se celebró la conferencia “Francisco de la Reyna y su Libro de Albeytería”, impartida por J. E. Yanes García, veterinario e integrante de la Asociación Leonesa y de la Asociación Nacional de Historia de la Veterinaria. En su intervención, se destacó el carácter innovador del zamorano, que ya en el siglo XVI apuntaba a ideas tan revolucionarias como la circulación de la sangre: “Incluyó que la sangre andaba en torno y en rueda”, explicó el investigador Francisco Rojo Vázquez, señalando cómo Reyna “renovó las bases médicas y las trasladó” a su disciplina.
La presidenta del Colegio de Veterinarios de Zamora, Elena Laguno, reivindicó la importancia de recuperar referentes históricos como Reyna: “Dar voz a la historia de la veterinaria es también dar voz a quienes la hicieron avanzar”.
Durante el acto, también se ensalzó la dimensión humana y autobiográfica de su obra. “Incluye en su obra experiencias propias”, recordó uno de los asistentes, destacando el carácter práctico y vivencial de sus enseñanzas.
El historiador Joaquín Sánchez ofreció una reflexión sobre la necesidad de preservar la memoria histórica: “Imaginémonos que no supiéramos quién es nuestra familia. No nos ubicamos. Sin saber lo que ha pasado en el pasado, es difícil conocer el futuro. Francisco de la Reyna no es una figura cualquiera”.
Asimismo, se reconoció la labor de José Emilio Llames, pieza clave en la investigación sobre el legado del célebre albéitar zamorano. “Hoy sabemos quién es, dónde nació, dónde vivió, qué hizo y cuándo murió”, afirmó, subrayando el valor del conocimiento recuperado.
