De Zamora a Dnipro 4.049 kilómetros a la guerra, sin cambiar de código postal

Cuando se cumplen dos años de guerra a gran escala en Ucrania a cuenta de la política imperialista y genocida de Putin contamos la historia desde dentro con una visión del terreno en un territorio en guerra. Arrancamos con algo anecdótico, el código postal de Dnipro y el de Zamora es el mismo, solo separan a ambas poblaciones 4.049 kilómetros aunque depende de la ruta elegida

Zamora-Dnipro capitulo uno

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Iniciamos el viaje desde la Bien Cercada donde el padre es el Duero, hasta la capital del río Dniper que da nombre a la ciudad ucraniana. Esperaban jornadas largas de conducción pero con un objetivo claro y cargado de ilusiones y reencuentros. 

Zamora no se ganó en una hora dice el refrán y las 43 horas en coche que señala el Google Maps, son una verdadera historia de viaje y nuevas experiencias. Nada más allá de los imprevistos y problemas, viajamos a Ucrania en un periodo de relativa calma donde las noticias de la guerra se "tapan" y se manipulan al antojo de la propaganda rusa.

Las carreteras se desdoblan y se enrarecen por toda Europa, las complicaciones son todas, y las obras se encuentran como las setas en la primavera de Valorio o en el noviembre de Sanabria, Europa se preparaba para el invierno con cortes y obras por casi todas las vías de tránsito de viajeros.

Salida por Irún hacia Francia, primera parada para dormir y descansar en Orleans una ciudad cercana a Ucrania en el sentimiento, banderas azules y amarillas en sus avenidas principales y edificios iluminados con los mismos colores del país invadido por Rusia. Un paseo para estirar piernas y pronto a dormir, había mucho trecho por recorrer.

orleans
orleans

Camino adelante otros más de mil kilómetros y parada y descanso en Dresden, ciudad alemana seria y multicultural, además de universitaria con grandes avenidas y muchos jóvenes en la calle, ciudad de Erasmus y universidades importantes del país teutón. Un Hostel aunque con una habitación para 4 por menos de 100€ fue el mejor de los regalos. 

Salir de Zamora, para dormir en Orleans en Francia, a ya más de 1.000 kms de la tierruca daba paso a un viaje cargado de incertidumbre y de jornadas maratonianas de conducción diaria. Conducir, descansar cada 3 horas y continuar hasta la segunda etapa que nos llevó hasta Dresden ciudad universitaria e histórica. Estas jornadas no han sido complicadas sino a veces hasta divertidas, y con matices turísticos importantes. Orleans parecía vivir de cara al conflicto, cientos de banderas de Ucrania engalanaban las vías principales de la ciudad francesa que apoyaba a los ucranianos con estandartes en todas las avenidas principales además de iluminar tanto ayuntamiento como consulado con el amarillo y el azul de la enseña ucraniana.

dresde
Dresde

Tras un suculento desayuno, camino a la frontera de Polonia, parada en la cercana Cracovia para comer y ver a una familia ucraniana amiga, y posteriormente continuar para llegar a la frontera polaco-ucraniana, donde tuvimos que dejar nuestro vehículo ya que la documentación de un vehículo de alquiler a los polacos en principio no les pareció problema, pero si a los ucranianos que negaron el paso. Fue uno de los mayores inconvenientes que retrasaron nuestro viaje en más de medio día.

ucrania
ucrania

Ante el problema, solución, viaje a Premskil un nudo de comunicaciones ferroviarias. Alli a coger un tren y pasar la frontera, para llegar a Lviv ya en Ucrania. 86 kilómetros para dos horas largas de viaje y espera en aduana de otras dos horas. Hubo que dejar el vehículo en Premskil Polonia en un parking privado a la espera de la vuelta.

El tren era la opción, ya que al menos podíamos continuar hasta ese Taroms'ke que parecía estar en el fin del mundo.

Llegada a Lviv, Lvov o Leópolis. Problemas para enganchar con otro tren que nos llevara a Dnipro, nuestro destino, pero en el alquiler de un vehículo estuvo la solución. Pago en grivins moneda ucraniana, un euro cuarenta grivins al cambio, unos 25 euros día por el vehículo. Más tarde hablamos del nivel de vida y de las mil y una formas de ganar dinero con el cambio ya sea de euros y dólares a la moneda oficial ucraniana.

Lvov
Lvov

Viaje en coche por tanto de 930 kilómetros, que en condiciones normales hubieran sido 8 o 9 horas en Europa más o menos, pero que en Ucrania hubo que dividir en dos etapas debido a la pésima conservación de las vías, y a la falta importante de autovías de dos carriles. Si hubiera habido tren en 20 horas lo hubiéramos logrado, pero la media de velocidad no supera los ochenta kilómetros hora, de ahí la larguísima jornada que también se antojaba tensa, por la gran complicación que supone el cambio en las normas de tráfico que Ucrania tendrá que cambiar si se integra en la UE. Los ucranianos coinciden con los italianos en el manejo del volante, muchas imprudencias, quizá demasiadas para el mal estado del firme. Un asfalto que tenía y tiene una gran necesidad de reacondicionamiento, pero que debido a la guerra se ha parado en seco.

Pasamos por bellas ciudades cargadas de historia y de peligrosos tramos, si bien los controles militares y policiales fueron correctos y sin problema alguno.

barreras anti tanque
barreras anti tanque

Alambradas y sacos terreros, vigas de hierro cruzadas anti-tanque vimos a decenas. 

region vinitsia
region vinitsia

Una ucraniana con dos niños ucranianos, y también y un spanish-man éramos los que viajábamos en un Dacia Logan repleto de maletas y regalos para los que en Taroms´ke nos esperaban. Había que mantener el tipo y respetar sobremanera las armas de los militares que hacían desfilar al paso de coches y camiones.

militares
militares

En Uman primera multa por exceso de velocidad, circular a 110 cuando lo señalizado era a 90, algo casi increíble ya que pocas veces excedimos los 130 kilómetros hora, ya que el estado de las carreteras lo impide, a no ser que tengas un TT o un vehículo SUV. El Dacia Renault hacia lo que podía con su motor 1.6 td, poco gasto y buen rendimiento pero cada bache era un suplicio para las espaldas ya con más de tres mil kilómetros encima.

La noche se avecinaba y el toque de queda a las 12 era obligatorio así que un motel de carretera por 22€ la habitación cuádruple fue la solución. Instalación limpia y ducha de agua caliente para relajar músculos y pensar que ya quedaba menos  para nuestro destino en Taroms'ke a tan solo otros 20 minutos de Dnipro.

Parada para comer pasado Uman, en una casa de comidas donde el Borsch y los variniquis fueron protagonistas, todo por menos de seis euros bebida incluida para cuatro.

variniqui con esmetana
variniqui con esmetana

Por fin vía de doble carril y hasta triple durante unos 60 kilómetros antes de llegar a nuestro destino, donde pasamos tres semanas antes de volver al 49000 español. No sin conocer de primera mano la vida en otras ciudades todas ellas en guerra, con estado de excepción desde las 12 de la noche a las 5 de la mañana.

Esta es la historia de un territorio fértil, cargado de historia, de diferencias culturales y sobre todo lleno de ganas de vivir en paz.

dnipro centro
dnipro centro

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