Este lunes, 1 de septiembre, el patio del claustro del Palacio de La Encarnación acogió un acto de despedida de los 23 niños y niñas saharauis que han pasado su verano en Zamora con el porgrama Vacaciones en Paz 2025, impulsado por la Asociación Zamora con el Sáhara y respaldado por sus familias de acogida.
A pesar de que este año su llegada se retrasó unos días por problemas de documentación, los pequeños han podido disfrutar de un verano en Zamora y en distintos pueblos de la provincia. Durante mes y medio han compartido juegos, excursiones, risas y mucho cariño con las familias zamoranas que les han abierto su casa y su corazón durante estos meses.
El acto de despedida contó con la presencia del presidente de la Diputación, Javier Faúndez Domínguez, el vicepresidente primero, Víctor López de la Parte, y el vicepresidente segundo y diputado de Política Social y Familia, Ramiro Silva Monterrubio, como muestra del apoyo institucional a este programa solidario, que cumple ya 33 ediciones en Zamora.

Gracias a la colaboración de la Diputación Provincial, el Ayuntamiento de Zamora, la Fundación Caja Rural León-Orense-Valladolid-Zamora y la Junta de Castilla y León, todos los gastos de la estancia han estado cubiertos para la facilidad de las familias que han podido disfrutar de un verano cargado de actoividades con los pequeños.
El programa Vacaciones en Paz va mucho más allá de ofrecer unas semanas de descanso. Su objetivo es brindar a los niños saharauis la posibilidad de escapar de las duras condiciones del desierto, al mismo tiempo que se les garantiza atención médica y revisiones de salud. También supone una oportunidad para convivir e integrarse en un entorno seguro y enriquecedor, descubrir nuevas realidades culturales y sociales y, sobre todo, mantener viva la causa del pueblo saharaui, reforzando los lazos de solidaridad internacional.
Con la mirada puesta en el próximo año, las familias y los pequeños se despidieron hasta lo que esperan, el próximo año. Porque este programa no solo hace vivir una experiencia distinta a los niños durante el verano, sino que teje vínculos duraderos entre Zamora y el Sáhara Occidental.
