La provincia consigue bajar la incidencia de casos acumulados en la última semana por debajo de los 500 casos por cada 100.000 habitantes, siendo la tercera provincia de Castilla y León que lo logra tras Ávila y Burgos.
La incidencia acumulada en la provincia de Zamora acumula una semana en descenso y ya baja por debajo de los 500 casos por cada 100.000 habitantes, sumándose a Ávila, que lo logró el día anterior, y a Burgos, la única provincia que ha sido capaz de contener la tercera ola (tras sufrir una durísima segunda ola) y que no ha llegado nunca a los 500 casos.
El descenso intersemanal, con más de 200 casos menos la última semana en la comparativa con la anterior, ha permitido que ya lleve una semana entera descendiendo la incidencia acumulada de los últimos 7 días, sin embargo, la incidencia en los últimos 14 días todavía se encuentra en una fase de meseta, con picos máximos superiores a los 1.100 casos por cada 100.000 habitantes.
Si la tendencia de nuevos casos sigue descendiendo esta semana, con los seis pueblos con mayor incidencia controlados, con el cierre total de la hostelería y cierre comercial a las 18.00 horas, y con las medidas excepcionales consiguiendo ya su propósito, Zamora debería comenzar una desescalada también en esta gráfica entre hoy y mañana y podría bajar de 1.000 a mediados de semana.
Todos estos buenos datos, que se complementan con el resto de gráficas, a la excepción de la ocupación hospitalaria, quedan todavía muy lejos de rebajar de nivel aunque se empiece a ver un descenso por lo que, a excepción de Burgos, que podría ser la primera provincia que podría ver levantadas algunas de las restricciones, el resto de provincias de Castilla y León todavía vivirán unos días con estas medidas excepcionales.