Con la vuelta del botellón a San Martín regresan también las aglomeraciones, el ruido, la suciedad y las toneladas de basura. Pero eso no lo es todo; además de dejar una imagen lamentable para Zamora con la gran cantidad de residuos en los alrededores de esta zona céntrica de la ciudad, también se perjudica al bienestar de los vecinos.
Para algunos ciudadanos se convierte en una auténtica pesadilla. Es el caso de una zamorana que vive cerca de la zona en la que se realizó botellón, “le he llamado la atención a seis chicas que estaban orinando y tenían botellas y vasos encima de mi coche. Les he pedido amablemente que, por favor, se quitaran de ahí, que ese era mi coche”.
Sin embargo, ha lamentado que no sirvió de mucho y se subieron encima del capó de su vehículo.
“He llamado a la policía, le he dicho que, por favor, pasaran por las calles aledañas al parque porque me estaban rayando el coche y, me han contestado que, no pueden hacer nada que están colapsados”, ha explicado esta vecina.
Esta es la imagen con la que amanece Zamora en Viernes Santo; basura, malestar vecinal, falta de sueño y mucha resaca.
