Varios ciudadanos han denunciado el mal funcionamiento de la aplicación de reservas del servicio BUSCYL, en la línea Zamora-Salamanca gestionado por la empresa concesionaria del transporte a la demanda en Castilla y León. Según aseguran, la app presenta errores constantes que impiden tanto realizar como anular reservas, lo que genera numerosas incidencias entre los usuarios.
«La aplicación no funciona, da fallos todos los días y es un desastre absoluto», afirman algunos afectados, que piden a la compañía una solución inmediata. Los usuarios critican además que no haya suficientes vehículos disponibles para atender la demanda. «Nos preguntamos si es tan complicado para una empresa millonaria tener dos o tres autobuses más preparados para dar un servicio adecuado. Ha dejado tiradas a varias personas, y eso no se puede consentir», lamentan.
La queja también pone el foco en las dificultades que encuentran las personas mayores para utilizar la aplicación digital. «Parece que la empresa quiere hacerles pasar un mal rato gratuitamente», sostienen, al tiempo que denuncian que el sistema tampoco resulta sencillo para los turistas que no disponen de la tarjeta BUSCYL.
A pesar de las críticas, los usuarios destacan la utilidad del servicio de transporte a la demanda y agradecen a la Junta de Castilla y León su implantación. Sin embargo, apuntan directamente a la empresa gestora como principal responsable de los fallos. «La idea del BUSCYL es magnífica, pero lo que falla es la empresa, que evita tener más autobuses para ahorrarse dinero público. Si contara con más vehículos, se crearía empleo en la provincia y se mejoraría un servicio esencial para el medio rural», concluyen.