Una noche de Jueves Santo tranquila: dos quejas vecinales por ruido, una pelea y un coma etílico

La noche del Jueves Santo ha transcurrido tranquila y sin incidentes destacables. Solamente ha habido dos quejas vecinales por ruidos, algunas "borracheras" y un coma etílico de un menor.

 Eso sí, la Policía Municipal tuvo que intervenir ayer por la tarde en la Plaza Viriato por una pelea familiar que se saldó con un herido, pero el resto de la noche transcurrió de forma muy tranquila.

La concejala de Seguridad Ciudadana, Concha Rosales, se congratulaba del "excelente comportamiento" de la población zamorana que ha entendido los llamamientos realizados por las autoridades para disfrutar de una Semana Santa con responsabilidad. La edil también considera que el reforzamiento de la vigilancia por parte de la Policía Municipal ha disuadido a los más irresponsables.

Los agentes locales no solo han reforzado la vigilancia en las calles de la ciudad, también han colaborado con las cofradías que han precisado ayudas. La de Jesús Nazareno pidió vallas para organizar la entrada a la Iglesia de San Juan para venerar  al Virgen de la Soledad, y la de Nuestra Madre solicitó vigilancia para evitar aglomeraciones durante el acto del Besapiés en la Iglesia de San Vicente.

La Policía Municipal también ha colocado señales para facilitar a los viandantes el acceso al casco antiguo y convertirlo en un paseo prácticamente peatonal.

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