"La vida son etapas y esta ha llegado a su fin". La imagen y el sonido de las puertas correderas metálicas de los negocios de Zamora suponen en muchas ocasiones, un síntoma de preocupación creciente. Son muchos los negocios que echan el candado para colgar un cartel que puede llegar a protagonizar el espacio durante meses o incluso años. Una situación de la que no se escapa tampoco el Mercado de Abastos, a la espera de la ansiada remodelación pero que sigue viéndose abocada a este tipo de decisiones ante la bajada de la clientela.
El último caso es el de un negocio tradicional y plenamente asentado en Zamora, provincia y ciudades anexas. Embutidos Ballesteros ha echado en el pasado mes el cierre a su décimo espacio de venta al público situado en plena arteria del comercio tradicional de la ciudad. Sin embargo, la actividad se mantiene con los tres espacios de atención física en Plaza de Alemania (la más reciente), avenida Tres Cruces y en el barrio de Pinilla.
El negocio también se encuentra asentado en las vecinas ciudades de Salamanca y Valladolid, donde cuenta con un total de cuatro espacios y que se suman al portal de venta online. Una situación que no deja por ello de doler a una zona afectada por el descenso de las ventas y la cada vez menos afluencia de clientes, especialmente procedentes de la provincia y municipios del alfoz.
Ahora sólo queda esperar a que la rehabilitación del centenario espacio vea por fin la luz. Para ello quedan aún años por delante en los que los negocios deberán previamente afrontar el desplazamiento al mercado provisional planteado en la plaza de La Marina.
