Aquí destacamos las principales directrices:
Cubrir nariz y boca al toser o estornudar:
Es fundamental adoptar la práctica de cubrirse la nariz y la boca al toser o estornudar. Se recomienda utilizar pañuelos desechables para contener las gotitas respiratorias o secreciones y desecharlos adecuadamente en la bolsa más cercana.
Lavado frecuente de manos:
El lavado regular de manos con agua y jabón es una medida efectiva para prevenir la transmisión de enfermedades respiratorias. Se aconseja especialmente realizar esta higiene después de tener contacto con secreciones respiratorias y utilizar un gel con alcohol cuando no sea posible lavarse las manos.
Uso de mascarillas en caso de síntomas respiratorios:
Aquellas personas que presenten síntomas respiratorios deben utilizar mascarillas para reducir la dispersión de partículas virales en el entorno. Esto contribuye a la protección de quienes les rodean y a la prevención de nuevos contagios.
Protección personal en caso de síntomas:
Si se experimentan síntomas asociados a gripes o infecciones respiratorias, es crucial tomar medidas para protegerse y evitar la propagación del virus. Seguir las pautas de aislamiento recomendadas es esencial para cuidar tanto de la propia salud como de la de los demás.
Prioridad en la vacunación:
Se enfatiza la importancia de seguir las recomendaciones de vacunación contra microorganismos respiratorios. La inmunización contribuye significativamente a la prevención de enfermedades y reduce la gravedad de los síntomas en caso de contagio.
Evitar el trabajo con síntomas:
En la medida de lo posible, se aconseja evitar acudir al puesto de trabajo si se presentan síntomas de enfermedad respiratoria. Esta medida contribuye a proteger a los colegas y minimizar el riesgo de contagio en entornos laborales.
Colaboración Ciudadana:
La efectividad de estas recomendaciones depende en gran medida de la colaboración ciudadana. Siguiendo estas medidas preventivas, cada individuo contribuye activamente a la protección de la salud colectiva.
La prioridad indiscutible es la salud de la población. Siguiendo estas recomendaciones de manera rigurosa, podemos enfrentar de manera más efectiva el repunte de gripes y COVID-19, promoviendo un entorno más seguro y saludable para todos.