Los zamoranos esperaban con ganas a la cantante Soledad Luna. Así se comprobó con una Catedral “hasta la bandera” en la que no quedó ni una silla vacía.
Y es que, fueron muchos los que quisieron poner el punto y final a las fiestas disfrutando del chorro de voz de la artista.
Con mucha pasión y talento, Soledad Luna animó la plaza de la Catedral con sus coplas. De esta forma, los asistentes pudieron escuchar un repaso de algunos de sus temas más conocidos.
Como siempre, Zamora respondió bien al concierto de la zamorana que no dejó a nadie indiferente.
