Los zamoranos han aprovechado el buen tiempo para echarse a las calles en este día de Jueves Santo. Ante la ausencia de las procesiones que un día como hoy cortarían el tráfico por las principales arterias del casco antiguo, las terrazas cuentan con su habitual espacio para recibir a todos los que, respetando las restricciones, pueden disfrutar de un día de sol y máximas que han alcanzado los 23 grados a media tarde.
"A rebosar" lucía una Plaza Mayor que no ha visto hoy cruzar a los diecisiete pasos que escenifican la ruta del rezo de las estaciones del Vía Crucis y que celebraría el aniversario de varias de sus obras. No ha podido ser, pero los zamoranos bien han sabido suplirlo a golpe de refresco y aprovechando la tregua de un tiempo atípico para estos días de Pasión.
Una afluencia que, respetando los aforos permitidos, supone un alivio para la maltrecha economía de la hostelería tras meses de restricciones y cierre del interior de los locales y que puede aprovechar ya sus terrazas sin tener que permanecer pendiente de las bajas temperaturas o de la lluvia.
