El segundo desfile de Carnaval en la capital ha transcurrido con normalidad bajo una débil pero constante amenaza de lluvia que únicamente se tradujo finalmente en "cuatro gotas" en las horas previas.
Una situación que mantiene los campos secos en una época tradicionalmente lluviosa pero que ha permitido mantener el recorrido íntegro del desfile que ha circulado por las principales vías de Zamora, ofreciendo a pequeños y mayores una nueva oportunidad para disfrutar del espectáculo de color y música tras un 2021 en blanco. Fueron muchos los zamoranos que no quisieron perderse el desfile, pese a haber disfrutado de él ya en la tarde del domingo, mientras otros trataban de hacerse un hueco para aprovechar la última oportunidad de ver a los aborígenes, los presos de la pandemia o los arlequines, que han logrado sobresalir en un espectáculo de ilusión que ha devuelto el carnaval a las calles, si bien con la precaución aún de las mascarillas.
El recorrido se iniciaba en la avenida Príncipe de Asturias a la altura de Cardenal Cisneros y que ha continuado por la Marina, y Santa Clara hasta llegar a la Plaza Mayor donde se ha procedido a la entrega de premios de las principales formaciones.
La jornada ha estado marcada por otros dos actos lúdicos que han marcado una mañana a ritmo de la percusión corporal y la construcción de instrumentos, mientras a mediodía la carpa de la Plaza Mayor acogía el espectáculo "Una aventura en la cañada" que ha contado con la presencia de decenas de niños acompañados de sus progenitores y disfrazados para la ocasión.
Un desfile que prácticamente cierra el programa festivo, a falta del tradicional entierro de la sardina al que se requiere acudir de riguroso luto, ponga fin a estas fiestas y de inicio al tiempo de Cuaresma. La ansiada Semana Santa cada vez está más cerca.
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