Las imágenes del santo y de su mujer, Santa María de la Cabeza, han recorrido esta tarde en procesión las calles del barrio de San Isidro.
Unos doscientos cofrades y devotos han acompañado esta tarde a San Isidro Labrador y a su mujer, Santa María de la Cabeza, en la procesión que recorre las calles del barrio de San Isidro y que incluye la tradicional bendición de los campos zamoranos en un año que se prevé difícil para la cosecha del cereal por las altas temperaturas registradas en los últimos días.
A las ocho de la tarde salía de la iglesia del Espíritu Santo la procesión con las imágenes de San Isidro y Santa María de la Cabeza a hombros de los cofrades, que han recorrido las calles del barrio acompañando a los santos para proceder a la bendición de campos y regresar al templo de salida.
Ante la puerta de la iglesia ha tenido lugar la subasta de los santos, en la que los hombres pujan por introducir al santo en el templo mientras las mujeres hacen lo mismo con la imagen de Santa María de la Cabeza.
Una vez concluida la procesión, los cofrades y asistentes han accedido al huerto de la iglesia del Espíritu Santo, donde se ha procedido a la subasta de las roscas de los santos, mientras los mayordomos han ofrecido un refresco a todos los presentes.
La jornada comenzaba con la misa en honor del santo que tuvo lugar a las 13 horas en la iglesia sede de la cofradía, a la que siguió la imposición de medallas a los nuevos hermanos. Además ayer, día de vísperas, se ofició una misa en recuerdo de los hermanos fallecidos y se procedió a la degustación de la chanfaina y el cordero, mientras los mayordomos de vísperas ofrecieron vino y queso a los asistentes.
Ahora sólo falta que San Isidro Labrador escuche las plegarias y rogativas que se han sucedido hoy en la capital y en numerosos pueblos de la provincia y ayude a los hombres del campo con una cosecha fecunda.