Las reivindicaciones de la Policía Municipal de Zamora: conciliación, estabilidad y negociación, "el párrafo maldito"

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La Policía Municipal de Zamora ha expresado su profundo malestar con la aprobación del nuevo cuadrante laboral impuesto por el Ayuntamiento. Según los agentes, la controversia no radica en el debate sobre la organización en dos o tres turnos, sino en un párrafo incluido en la normativa que les deja en una situación de total incertidumbre.

El problema principal: la falta de estabilidad

Los policías denuncian que el nuevo documento permite que el Ayuntamiento cambie el cuadrante cada año según sus necesidades, impidiendo a los agentes tener una planificación estable como la que disfrutan otros funcionarios municipales. "No sabemos cómo vamos a trabajar. Se nos puede cambiar el cuadrante cada año y perderemos cualquier previsibilidad en nuestra jornada laboral", afirman.

Además, recalcan que la medida fue rechazada en la mesa sectorial, la mesa general de negociación y por la plantilla, pero aun así, el Ayuntamiento ha decidido mantenerla. "Nos dicen que, sea con dos turnos o tres turnos, este párrafo se va a incluir sí o sí", critican los agentes.

Conciliación laboral en peligro

Uno de los puntos más preocupantes para los policías es la afectación a la conciliación familiar. "Nosotros también tenemos derecho a disfrutar de las fiestas con nuestras familias", argumentan, recordando que el mismo tipo de cláusula ya fue utilizado en Semana Santa, aumentando significativamente su carga de trabajo. "Nos metemos 70 horas de trabajo en cada Semana Santa, mientras que nuestros compañeros de otras áreas del Ayuntamiento tienen reducción de jornada o descansos normales", explican.

Circunstancias extraordinarias o sobrecarga de trabajo?

La ambigüedad del párrafo que se quiere incluir en el cuadrante es otro de los puntos de conflicto. Los policías advierten que se ha modificado en varias ocasiones y que en su primera versión incluía Semana Santa, San Pedro, Navidad, cabalgatas, eventos deportivos, noches y fines de semana, lo que en la práctica significaría una disponibilidad forzosa y sin compensación.

¿Qué piden los agentes?

Los policías exigen eliminar este párrafo del cuadrante y garantizar una estabilidad laboral similar a la de otros funcionarios. "Necesitamos saber cuál es nuestro cuadrante anual y que no se nos imponga uno nuevo cada año", recalcan.

Asimismo, denuncian que los refuerzos extraordinarios que han realizado hasta ahora no han sido remunerados, lo que supone un agravio comparativo respecto a otros colectivos. "Nosotros siempre hemos sacado adelante los eventos sin problema, en nuestro tiempo libre y de manera voluntaria, pero no puede convertirse en una imposición", aseguran.

La solución: negociación y compensación

Desde la Policía Municipal insisten en la necesidad de negociar este punto con el Ayuntamiento para alcanzar un acuerdo justo. "No estamos en contra de colaborar, pero queremos que se haga con una planificación clara y con las garantías laborales que nos corresponden", enfatizan.

En cuanto a la posibilidad de compensar estas nuevas exigencias con un incentivo económico, los agentes no lo descartan, pero subrayan que el diálogo debe ser la clave: "Habrá que negociarlo". Sin embargo, temen que sus peticiones no sean escuchadas por la administración local, lo que podría derivar en un mayor conflicto.

"Hasta ahora, se lo hemos comunicado a la concejala, pero no hemos sido tenidos en cuenta. Esperamos que esta vez sí se nos escuche", concluyen.