Zamora vuelve a quedarse vestida de gala… pero sin invitado de honor. Raphael, eterno cantante de eternos escenarios, ha vuelto a suspender su actuación en la capital en el día grande de Caja Rural, la noche en la que se entregaban los premios de la Fundación y en la que todo apuntaba a un broche musical con sabor a nostalgia. Pero no. El broche se oxidó antes de empezar.
Es la segunda vez que Raphael cancela su cita con Zamora, lo que ya no es una anécdota, sino casi una tradición local: anunciar al de Linares y esperar el plantón. “Para sorpresa de nadie”, como resumía un zamorano en redes.
La ciudad, entre la resignación y la guasa
La noticia corrió como la pólvora en redes sociales, y las reacciones oscilaron entre la indignación y el humor más afilado.
“Me ofrezco desinteresadamente para cantar el repertorio completo de mi querida Karina”, ironizaba un vecino, dispuesto a salvar la noche a golpe de melódico revival. Otros proponían que, con lo que se ha ahorrado la organización, se monte un cartel con Leonardo Dantés, El Koala y Chikilicuatre, garantizando un fin de fiesta inolvidable y, sobre todo, seguro.
No faltaron las críticas al propio artista: “Este señor ya hace años que tenía que dedicarse a la vida contemplativa”, apuntaba una zamorana. Otros iban más allá: “Siempre se pone malo cuando tiene que venir a Zamora”. Una sospecha que ya circula con fuerza: ¿será Raphael alérgico al Duero?
Entre el cabreo y el humor negro
Quienes vinieron desde fuera, pagaron hotel y transporte, lo califican de “impresentable”. Otros lo llaman directamente “prejubilado” y algunos más, sin cortarse, “divo que ya da grima verlo”. La guillotina verbal ha sido más dura que cualquier crítica de prensa.
Eso sí, también hubo quien defendió al artista recordando que “es una persona mayor” y que las burlas resultan “una falta de educación”. Pero la mayoría coincidía en que, si Zamora no aparecía ni en su agenda oficial de conciertos, quizá era una pista de lo que iba a pasar.
Un déjà vu con acento zamorano
La ironía zamorana no perdona: “Como Morante, llegan a Zamora y se cagan”, “Que traigan a Junco y luego arroz a la zamorana para todos” o “Le hacemos un escenario con las piedras que robaron del Puente y así está más protegido del mal tiempo”.
Lo cierto es que la gala perdió su broche estelar, pero ganó conversación para rato. Al fin y al cabo, ¿qué sería de Zamora sin un buen tema de sobremesa? Y en esta ocasión, Raphael se lo ha servido en bandeja… aunque sin cantar.