El tradicional entierro de la Sardina entre sacerdotes, monjas y plañideras varias da por cerrado el tiempo de Carnaval. Día de luto en un Miércoles de Ceniza que abre el tiempo de Cuaresma y en el que Zamora ha vivida el tradicional y, cuanto menos, curioso, desfile de sollozos, penas y llantos fingidos.
Y es que con el acto simbólico de la quema de la sardina, Zamora abre paso al tiempo de Cuaresma con el que comienza a tachar días en el calendario, 40 en concreto hasta que la Semana Santa sea una realidad y vuelve a llenar de incienso, faroles, terciopelos y hábitos las calles de la ciudad.
El desfile del entierro de la Sardina arrancaba de la plaza de La Marina acompañada de los grupos de teatro Juan del Enzina, Atrezzo, Natus y Fantasía siguiendo por Santa Clara hasta finalizar un recorrido en recto donde decenas de zamoranos se apostaban junto al espacio previamente acotado en la Plaza Mayor.
Bajo la vigilancia de una unidad de los bomberos, la quema de la sardina ha dejado imágenes para el recuerdo. Pero también ha puesto en marcha la cuenta atrás para que Zamora viva sus días grandes que arrancarán el jueves 30 de marzo, cuando el Nazareno de San Frontis cruce el Duero hacia la Catedral de Zamora.
ACCESO A LA GALERÍA FOTOGRÁFICA
