Las cinco mejores zonas para pasear en Zamora

Desde el corazón románico hasta las orillas del Duero, conoce los lugares imprescindibles para disfrutar Zamora a pie
Entrada a la Plaza de la Catedral
photo_camera Entrada a la Plaza de la Catedral

Zamora, con su rica historia y belleza arquitectónica, puede ofrecer un aire de familiaridad que, a veces, se traduce en la rutina. Aquí encontrarás cinco rutas que quizás no conocías, perfectas para revitalizar tus caminatas diarias y reconectar con la esencia de Zamora. Desde las antiguas murallas hasta las tranquilas aceñas, cada paseo ofrece una nueva perspectiva de Zamora, invitándote a redescubrir la belleza que te rodea en cada esquina.

Casco Antiguo y Calle de Balborraz
Pasear por el casco antiguo de Zamora es recorrer el corazón de una ciudad con siglos de historia. Desde la Plaza Mayor, la calle de Balborraz se abre paso con sus casas de fachadas pintorescas y una empinada cuesta que, a cada paso, revela el alma medieval de Zamora. Este camino histórico es ideal para detenerse en tiendas de artesanía o disfrutar de una parada en sus bares, donde lo tradicional y lo moderno conviven en perfecta armonía.

Parque de La Marina Española

Este emblemático parque es un pequeño pulmón en el centro de Zamora. Situado a pocos minutos de la Plaza Mayor, el Parque de La Marina Española es un lugar de encuentro para todas las edades. Su arboleda y las zonas de césped lo convierten en el sitio ideal para desconectar del ritmo de la ciudad. Las familias, los corredores y los paseantes frecuentes disfrutan aquí de una atmósfera tranquila.

Las Murallas y la Puerta del Obispo
Las murallas de Zamora, testigos de tiempos pasados, ofrecen a los paseantes una conexión directa con el pasado medieval de la ciudad. Desde la Puerta del Obispo, el paseo se extiende a lo largo de las fortificaciones y abre vistas panorámicas hacia el río Duero y sus alrededores. Este recorrido permite apreciar tanto la propia arquitectura de la muralla arquitectura defensiva, como también contemplar la vida de la ciudad en sus rincones más tranquilos​.

Puente de Piedra y el río Duero
El Puente de Piedra, que pronto estará rehabilitado, es un histórico cruce sobre el Duero, es uno de los favoritos para quienes buscan un paseo al final del día. Este puente medieval peatonal conecta ambas orillas del río, ofreciendo vistas incomparables hacia la ciudad, especialmente al atardecer. 

Aceñas de Cabañales

Al cruzar el Puente de Piedra y alejarse del centro, las Aceñas de Cabañales reciben al visitante con un ambiente tranquilo y único. Estas antiguas aceñas, restauradas y rodeadas de naturaleza, ofrecen un lugar perfecto para caminar junto al río, en un entorno menos transitado. Las vistas de la ciudad desde aquí son una de las joyas escondidas de Zamora

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