Esta tarde de sábado, 18 de enero, la iglesia de San Antolín en Zamora se convirtió en un punto de encuentro para decenas de vecinos que acudieron con sus mascotas para participar en la tradicional ceremonia de bendición. Desde las 16:30 horas, comenzaron a llegar animales de todo tipo, destacando especialmente los perros, que fueron mayoría. Entre ellos, se podían ver ejemplares de diversas razas, desde los más pequeños hasta los de mayor tamaño.

Los gatos tampoco faltaron a la cita. Algunos llegaron paseando con correa, mientras que otros iban transportados en cómodas bolsas diseñadas especialmente para su comodidad. También se pudo observar una variedad de animales menos habituales, como conejos, que no parecían disfrutar mucho de la bendición con agua, tortugas e incluso una serpiente. Llamó la atención un vecino que llevó una serpiente de plástico, argumentando que, para él, también era parte de su hogar.
La ceremonia, que se realiza una vez al año, es una tradición muy esperada en Zamora. Durante el evento, los dueños no solo buscaron la bendición para sus mascotas, sino que aprovecharon la ocasión para socializar. Muchas personas compartieron fotografías y anécdotas, mostrando un ambiente cercano y amistoso que hizo de la jornada un espacio de unión para la comunidad.

El evento, como en años anteriores, resultó ser un éxito en cuanto a asistencia y participación. La iglesia de San Antolín volvió a ser testigo de una tarde entrañable, en la que los zamoranos reafirmaron el cariño y cuidado que tienen por sus animales.